Las primeras elecciones legislativas en Siria después de la era de Bashar al Assad, celebradas este fin de semana, se han desarrollado de manera pacífica y sin intervenciones externas, afirmó el Gobierno sirio. El portavoz del Ministerio del Interior, Nuredín al Baba, comunicó a la agencia dpa que “el proceso se desarrolló sin contratiempos en términos de seguridad, con cientos de agentes del Ministerio del Interior desplegados para proteger a los ciudadanos que participaban en las elecciones, así como cientos de corresponsales de medios distribuidos en todos los centros de votación”.
Desde el Ministerio se ha asegurado la protección de todos los 50 colegios electorales del país y de más de 7.000 miembros de los comités electorales. Estos comités son responsables de elegir dos tercios de los escaños del nuevo Parlamento, mientras que el tercio restante será asignado directamente por el presidente de transición, Ahmed al Shara. Al Baba destacó que esta elección ha sido la primera en la historia del país que se lleva a cabo “sin interferencias” de agentes de Inteligencia ni funcionarios que influyan en el voto de los electores, y subrayó que la jornada se desarrolló “libremente”. Sin embargo, algunas regiones como los distritos de Sueida y áreas controladas por la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AANES) fueron excluidas por motivos de seguridad.
Por otro lado, el ministro del Interior, Anas Jatab, resaltó en su perfil de la red social X la “estricta seguridad y las acciones responsables” observadas durante las elecciones, describiéndolas como resultado de “arduos esfuerzos y dedicación continua para proteger la voluntad popular y asegurar que los ciudadanos expresen libre y seguramente sus preferencias”. Jatab también mencionó que estos comicios representan “un pilar fundamental en la construcción del Estado sirio” y reflejan “la voluntad de un pueblo decidido a forjar su propio futuro”, aunque reconoció que el “camino se encuentra en sus primeras etapas”.
La nueva Asamblea Nacional estará compuesta por 210 escaños, basados en los censos del régimen anterior, criticados por posibles inexactitudes y el impacto del desplazamiento masivo debido a más de diez años de guerra civil. Además, Damasco ha establecido una cuota del 20 por ciento para la representación femenina en los comités, aunque no está claro si esta proporción se mantendrá en la composición del Parlamento.