Más de 1.400 individuos perdieron la vida en una ola de enfrentamientos sectarios que azotaron la región de Sueida, en el sur de Siria, durante una semana. Según informa el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos en su último informe, la cifra incluye casi 260 cuerpos con señales de haber sido ejecutados.
Las estadísticas provienen de bajas registradas antes del comienzo del cese al fuego acordado entre el Gobierno y las milicias drusas.
El desglose de las víctimas incluye 698 combatientes drusos y 145 civiles de la misma comunidad. Los ejecutados suman 258, incluyendo doce mujeres, ocho niños y un anciano, todos víctimas de fuerzas pro-gubernamentales, según denuncias del Observatorio.
Adicionalmente, se reporta la muerte de 469 miembros de las Fuerzas de Seguridad y 40 beduinos suníes, aliados gubernamentales. De estos últimos, tres fueron ejecutados de manera sumaria por combatientes drusos. A estas cifras se añaden 15 bajas de las Fuerzas de Seguridad sirias en ataques aéreos israelíes.
El Observatorio advierte que, a pesar del cese al fuego anunciado en la gobernación, la cifra de víctimas continúa incrementando diariamente, evidenciando la inestabilidad y el declive de la seguridad sin mecanismos adecuados de monitoreo o castigo para los infractores.
Finalmente, el Observatorio «condena esta flagrante violación del alto el fuego, responsabiliza plenamente a las partes responsables del bombardeo por poner en peligro la vida de los civiles y exhorta a todas las partes a respetar la tregua declarada».















