El organismo internacional, Naciones Unidas, ha solicitado este martes la colaboración financiera global para acumular 139,6 millones de dólares (aproximadamente 118 millones de euros) con el fin de atender a medio millón de personas afectadas por un grave terremoto ocurrido el 31 de agosto en el este de Afganistán.
Indrika Ratwatte, coordinadora humanitaria de la ONU en Afganistán, ha destacado que las ayudas están destinadas a unas 457.000 personas en situación de vulnerabilidad, subrayando que es crucial que «la comunidad internacional debe mostrar una absoluta solidaridad con una población que ya de por sí ha sufrido mucho».
«Con el invierno a la vuelta de la esquina, nos encontramos en una extraña carrera contra el tiempo para poder ofrecer apoyo a estas comunidades. La resiliencia del pueblo afgano ha sido puesta a prueba continuamente y se encuentra en un grave peligro. Con cada crisis que llega, los frágiles avances cosechados pueden verse revertidos», señaló Ratwatte.
El impacto del seísmo ha afectado directamente a casi 500.000 personas en las provincias de Kunar, Laghman y Nangarhar, dejando un saldo de más de 2.200 muertos y 3.600 heridos. Se reporta que más de 6.700 viviendas han sido destruidas o dañadas. «La mayoría de las familias carecen de un techo bajo el que resguardarse y están expuestos a los elementos, a la intemperie», agregó Ratwatte, mencionando también la escasez de agua potable y servicios de salud.
«Los fondos necesarios para ofrecer una respuesta adecuada al terremoto permitirán ofrecer ayuda a los más afectados durante los próximos años. Los recursos disponibles facilitarán que organizaciones y socios refuercen sus operaciones en las zonas más afectadas del terreno», concluye el comunicado.