La Organización de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) ha solicitado la apertura de una investigación debido al deceso de Abdul Munim al Maremi, activista libio que murió estando en manos de la Fiscalía de ese país.
«La Misión expresa sus condolencias a su familia e insta a las autoridades a realizar una investigación transparente e independiente sobre su detención arbitraria, las denuncias de tortura durante su detención y las circunstancias de su muerte», manifestaron a través de un comunicado en la plataforma X.
La Fiscalía relató que Al Maremi intentó fugarse, resultando en una caída por las escaleras que le causó graves heridas, llevándolo a ser hospitalizado donde posteriormente falleció. Además, señalaron que ya habían anunciado su liberación y estaba en espera de ser recogido por un familiar, según indica el comunicado del Ministerio Público difundido por LANA.
Detenido el 30 de junio por seguridad libia en Surman y entregado a la Fiscalía cuatro días más tarde, la versión de la Fiscalía ha sido confirmada por el abogado del activista mediante Facebook, quien agregó que «podía estar bajo mucha presión, lo cual le afectó y le obligó a comportarse así».
UNSMIL también ha condenado «las amenazas, el acoso y las detenciones arbitrarias contra ciudadanos libios políticamente activos» y ha instado a los líderes libios a «garantizar la libertad de expresión y poner fin a las detenciones ilegales».
Volker Turk, del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha pedido investigaciones sobre el hallazgo de «decenas» de cuerpos en centros de detención del SSA en Trípoli. Del 18 al 21 de mayo, se informó sobre otros 67 cuerpos encontrados en hospitales de Abú Salim y Al Jadra, así como un sitio de entierro en el zoológico de Trípoli, igualmente bajo control del SSA.