Las autoridades del autoproclamado estado independiente de Somalilandia han hecho público por fin el balance oficial de víctimas de los disturbios registrados a principios de mes en Borama: 19 fallecidos y 214 heridos en los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad tras el polémico anuncio de una ceremonia tradicional en la ciudad.
Los incidentes comenzaron después de que el presidente de Somalilandia, Abdirahman Mohamed Abdulahi, alias “Irro”, autorizara la celebración de la ceremonia del Xeer Ciise, un código de normas consuetudinarias de las comunidades somalí-Issa presentes en Etiopía, Yibuti y Somalia.
El anuncio desató la indignación de parte de la población de Borama que, en la noche del jueves 4 de diciembre, salió a la calle en una protesta masiva que derivó rápidamente en graves enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Fuentes locales denunciaron al “Somali Guardian” que los agentes utilizaron munición real para dispersar a los concentrados y que los choques se intensificaron hasta el viernes por la tarde, momento en que el presidente ordenó la retirada inmediata de las fuerzas desplegadas.
El recién designado gobernador de la región de Awdal, Abdirashid Hassan Mataan, cuya capital es Borama, confirmó este viernes el número de víctimas durante su ceremonia de toma de posesión. En su intervención, recogida por Radio Shabelle, precisó que 22 de los heridos continúan ingresados en centros hospitalarios.
Al trasfondo de la controversia por el Xeer Ciise se suma la histórica tensión en Awdal, donde desde hace décadas opera un movimiento que reclama la separación de Somalilandia, el Movimiento por el Estado de Awdal. Testigos citados por el portal “Hiraan On Line” aseguraron que algunos manifestantes portaban banderas de este grupo durante las protestas.
El Ejecutivo de Somalilandia ha acusado a las autoridades federales somalíes de haber exacerbado la situación al brindar un supuesto apoyo tácito a dicho movimiento separatista. Desde Mogadiscio, las autoridades somalíes han rechazado cualquier tipo de implicación en los disturbios.