El gobierno de Sudán ha hecho pública este lunes una acusación contra la presencia de mercenarios originarios de Colombia dentro de las filas de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paramilitar en conflicto con el Ejército sudanés desde abril de 2023, lo que ha sumido al país en una grave crisis humanitaria.
«El Gobierno de Sudán posee todos los documentos y pruebas que demuestran la participación de mercenarios de la República de Colombia y algunos países vecinos, patrocinados y financiados por las autoridades de Abu Dabi», ha informado mediante un comunicado oficial.
Estas evidencias fueron presentadas ante el Consejo de Seguridad de la ONU, destacando el riesgo que esto representa para la «paz y la seguridad regionales e internacionales». Adicionalmente, se ha mencionado que este fenómeno «Impone una nueva realidad que atenta contra la soberanía de los Estados, viola sus santidades y transforma la guerra en una guerra terrorista transfronteriza librada por terceros», confirmado también por «organizaciones regionales e internacionales».
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha admitido que mercenarios colombianos fueron engañados para luchar en Sudán, un problema agravado por las deficientes condiciones en el Ejército y la profunda experiencia en conflictos armados que poseen. «Los militares deben tener un mejor nivel de vida en Colombia», expresó Petro en noviembre de 2024, haciendo un llamado a la justicia contra los que se benefician de «la sangre joven derramada por dinero en pueblos extranjeros».
Finalmente, Sudán ha señalado a Emiratos Árabes Unidos de apoyar a las RSF con el propósito de proteger sus intereses económicos y eliminar facciones islamistas en el Ejército, herencia de la dictadura de Omar al Bashir, cuya caída en 2019 intensificó la violencia en el país, desencadenando la mayor crisis de desplazados del mundo.