El ejecutivo sudanés ha expresado su desacuerdo con las sanciones impuestas recientemente por Estados Unidos a su ministro de Finanzas, Gebreil Ibrahim Mohamed Fediel. Según el Gobierno de Sudán, estas acciones “no ayudan” a fomentar la paz en la nación, que actualmente enfrenta un conflicto armado desde abril de 2023 entre el Ejército y las fuerzas paramilitares conocidas como Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Desde el Ministerio de Exteriores de Sudán, se ha comunicado que “este tipo de medidas unilaterales no ayudan a alcanzar los objetivos descritos en el comunicado del Departamento del Tesoro (estadounidense) sobre lograr la paz en Sudán y mantener la paz y la seguridad a nivel internacional”.
El Gobierno sudanés insiste en que la resolución de las crisis debe basarse en “la interactuación directa y no de suposiciones promovidas por algunas partes con una agenda política privada que no beneficia a los intereses del pueblo sudanés”, tal como recoge la agencia estatal de noticias, SUNA.
Además, subrayan que aunque “lograr la paz en Sudán puede ser un objetivo compartido para las comunidades internacional y regional, es fundamentalmente un asunto sudanés fundamentado en las aspiraciones del pueblo y todos sus componentes”. Por ello, el Gobierno se compromete a “materializar estas aspiraciones a través de todos los medios, incluida la interacción y acción conjunta con todas las partes en un marco de respeto a la soberanía nacional”.
Estados Unidos, además de las sanciones a Fediel, también ha sancionado a la milicia sudanesa Brigada al Bara bin Malik (BBMB), acusándolos de estar involucrados en “la brutal guerra civil” del país y de mantener vínculos con Irán, proporcionando más de 20.000 combatientes al conflicto con entrenamiento y armas de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Durante el último fin de semana, Sudán rechazó la propuesta de tregua humanitaria de tres meses hecha por Estados Unidos, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, argumentando que “acoge con satisfacción todos los esfuerzos regionales e internacionales que contribuyen a poner fin a la guerra” pero rechaza cualquier intervención que no respete la soberanía del Estado sudanés y su derecho a defender a sus ciudadanos y su territorio.
La guerra civil en Sudán, iniciada en abril de 2023, ha generado una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y una preocupante propagación de enfermedades, además de daños a infraestructuras críticas.