El partido en el poder, Sueño Georgiano, ha interpuesto una demanda en el Tribunal Constitucional con el objetivo de disolver tres destacados partidos de la oposición: Movimiento Nacional Unido (UNM), Coalición para el Cambio y Georgia Fuerte, alegando que han realizado acciones contrarias a los intereses nacionales desde 2003.
Tina Bokuchava, la presidenta de UNM, ha expresado que “esto podría convertirse en una nueva oportunidad para que las fuerzas políticas democráticas del país se unan en un movimiento de resistencia común”. Por su parte, Irakli Kupradze, líder de Georgia Fuerte, considera la medida como “un golpe decisivo a la democracia” y asegura que continuarán su lucha. “El régimen prorruso plantea un desafío que estamos decididos a resistir”, según declaraciones recogidas por Civil Georgia.
Los tres partidos afectados por esta medida legal obtuvieron más del 5% de los votos en las últimas elecciones legislativas de octubre de 2024, a pesar de que Sueño Georgiano lideró con el 53%. Estas elecciones estuvieron marcadas por acusaciones de fraude, incluidas las de la Unión Europea.
En señal de protesta, la oposición decidió no asumir sus escaños en el Parlamento, a diferencia del partido Por Georgia del ex primer ministro Giorgi Gakharia. Desde entonces, han surgido numerosas manifestaciones multitudinarias, especialmente tras el anuncio gubernamental de una pausa en las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea y el acercamiento a Rusia.
Sueño Georgiano también ha advertido que otras agrupaciones políticas menores podrían enfrentarse a acciones legales similares si perpetúan ataques contra el Estado.