El Gobierno de Suiza ha comunicado este viernes que incorpora a su legislación el último paquete de sanciones aprobado por la Unión Europea contra Rusia, en el contexto de las presiones internacionales para lograr un alto el fuego en la invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
Las autoridades suizas han precisado que, desde ahora, 22 personas y 42 entidades rusas vinculadas al complejo militar-industrial, al sector energético y a la denominada flota fantasma rusa quedan sometidas a la congelación de sus activos y a la prohibición de que se les faciliten fondos. Igualmente, se les veta la entrada y el tránsito por territorio suizo.
El nuevo paquete sancionador se extiende también a 116 buques que, supuestamente, estarían esquivando los topes al precio del petróleo “mediante prácticas de transporte arriesgadas”. Asimismo, 45 compañías adicionales, incluidas firmas radicadas en terceros países, pasan a estar sujetas a controles de exportación más estrictos.
Del mismo modo, cinco bancos rusos y cuatro sucursales de entidades financieras rusas en terceros países quedan sometidos a una prohibición de realizar transacciones, en especial en lo relativo al uso de sistemas de pago rusos. Además, ocho empresas de terceros países se enfrentan a una prohibición de transacciones porque “socavan significativamente el objetivo de las sanciones”.
El Ejecutivo suizo tiene previsto analizar otras medidas contempladas en el paquete de sanciones de Bruselas que inciden en los ámbitos financiero, energético y comercial. A raíz de la “continua participación” de Bielorrusia “en la guerra de Rusia contra Ucrania”, Suiza ha añadido también a dos personas y tres empresas bielorrusas a su lista de congelación de activos.











