El Papa León XIV ha expresado su deseo de unidad entre los fieles, subrayando que las sedes de Roma y Constantinopla no deberían entrar en conflicto por la supremacía. Lo destacó durante su alocución a los asistentes de la peregrinación ecuménica ortodoxa-católica de los EEUU, quienes fueron acogidos en Castel Gandolfo.
Discurso del Papa
Roma, Constantinopla y todas las demás Sedes no están llamadas a disputarse la primacía, para evitar el riesgo de imitar a los discípulos que, mientras Jesús anunciaba su pasión inminente, debatían quién era el más grande, según ha detallado el Papa en su intervención.
El Pontífice ha resaltado que el Símbolo de la fe, establecido por los Padres en el Concilio de Constantinopla en 381, sigue siendo un legado común para todos los cristianos, muchos de los cuales incluyen el Credo en sus celebraciones litúrgicas.
Además, ha mencionado que, por una providencial coincidencia, este año los calendarios de ambas iglesias coinciden, permitiendo que cantaran juntos el Aleluya pascual. ¡Cristo ha resucitado! ¡Ha resucitado verdaderamente!
El grupo de peregrinos, liderado por el cardenal Joseph William Tobin y el metropolitano Elpidophoros, visitará Roma y luego Estambul, donde rendirán homenaje a la tumba del apóstol Andrés.
El Papa ha transmitido su saludo y su abrazo, de paz, a su hermano el patriarca Bartolomé, con quien espera reunirse nuevamente para conmemorar el aniversario del Concilio de Nicea.
León XIV ha alabado los avances en el ecumenismo y ha enfatizado que la peregrinación es un reflejo de este progreso. Aunque todavía no se ha alcanzado la unidad completa, estas acciones son indicativas del avance teológico y del diálogo de caridad que han marcado las últimas décadas.
Finalmente, recordó el histórico encuentro de 1965 entre Pablo VI y el patriarca Atenágoras en Jerusalén, donde levantaron sus excomuniones mutuas tras el cisma de 1054.