En un reciente anuncio, la primera ministra interina de Nepal, Sushila Karki, ha declarado su compromiso para realizar cambios significativos que atiendan las demandas de la población joven y llevar a cabo elecciones dentro de un semestre. Esta decisión viene tras una severa crisis política provocada por protestas que resultaron en la caída del gobierno de Sharma Oli y más de 70 muertes.
“Si bien puede resultar difícil abordar toda esta insatisfacción al mismo tiempo, el gobierno hará esfuerzos honestos para resolver los problemas lo mejor que pueda con sus recursos y capacidades”, explicó Karki durante el discurso del Día de la Constitución en Tundikhel, Katmandú.
Además, admitió que las protestas recientes son una muestra del descontento con la corrupción en el país. “Es resultado de nuestro fracaso a la hora de cumplir con nuestro compromiso con los valores democráticos”, afirmó.
Karki, quien asumió el cargo recientemente, destacó que su liderazgo no es producto de ambiciones personales sino de la necesidad de “gestionar la transición” y asegurar la transferencia del poder a un gobierno electo tras las próximas elecciones, programadas para el 5 de marzo de 2026. “Debemos celebrar las próximas elecciones a la Cámara de Representantes el 5 de marzo de 2026 en un entorno limpio, justo y sin miedos”, enfatizó, promoviendo la participación activa de jóvenes de todas las esferas de la sociedad.
En su discurso, también expresó su pésame a los familiares de los fallecidos en las protestas y deseó una pronta recuperación a los heridos, además de lamentar los severos daños a propiedades públicas y privadas.
SHARMA OLI NIEGA DISPAROS A LOS MANIFESTANTES
En el Día de la Constitución, Oli negó que el gobierno ordenara disparar a los manifestantes en las protestas. “Las investigaciones deben determinar quién utilizó armas automáticas que la Policía no tenía”, señaló en una declaración en Facebook, donde también ofreció condolencias a los fallecidos y deseos de recuperación a los heridos. Afirmó que hubo “infiltraciones” en el movimiento juvenil por parte de “conspiradores” que intentaron desestabilizar el país.