El Ejecutivo de la República Democrática del Congo ha decretado la paralización de las operaciones del Partido del Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD) de Joseph Kabila y otras agrupaciones opositoras.
El ministro del Interior, Jacquemin Shabani, ha emitido la orden de suspensión al fiscal general, acusando a estos partidos de apoyar al grupo insurgente M23. Joseph Kabila, por su parte, ha sido sentenciado a muerte por su implicación en actividades insurgentes.
Asimismo, se han suspendido las actividades de diversas formaciones políticas como el partido Liderazgo y Gobernanza para el Desarrollo (LGD) de Matata Ponyo, la Unión Democrática Africana (UDA) de Claudel André Lubaya, y otras agrupaciones incluyendo AAP de Théophile Mbemba, todos firmantes de la declaración de Nairobi.
Delly Sessanga, líder del partido Envol, ha condenado estas ‘medidas arbitrarias’ y el ‘grave ataque al pluralismo político’, reclamando a las instituciones constitucionales que intervengan para anular estas restricciones. ‘La simple asistencia a una reunión, sin evidencia de actividades militares, no justifica legalmente una suspensión’, ha argumentado.
Por su lado, el PPRD ha expresado su rechazo a la ‘persecución implacable’ y ha reiterado su intención de seguir operando ‘de acuerdo con la ley’. ‘El resto es provocación debido a la incompetencia notoria’, ha señalado Emmanuel Ramazani Shadari, secretario permanente del PPRD.
El 15 de octubre se lanzó el movimiento Salvemos la RDC, liderado por Kabila, con el objetivo de ‘terminar con la tiranía y fomentar la reconciliación nacional’. Además, desde Estados Unidos, Massad Boulos ha señalado las ‘recientes violaciones del alto el fuego’ que podrían comprometer los acuerdos de paz de Doha, instando a todas las partes a cumplir con los acuerdos y mantener la tregua para avanzar hacia una paz duradera.
















