Tailandia afirma que solo una paz genuina y basada en acciones contará con un compromiso inquebrantable

Tailandia condiciona la paz con Camboya a un acuerdo genuino y verificable, mientras mantiene las operaciones militares y rechaza negociar un alto el fuego.

Archivo - El ministro de Exteriores de Tailandia, Sihasak Phuangketkeow.Europa Press/Contacto/Peerapon Boonyakiat

El ministro de Exteriores de Tailandia, Sihasak Phuangketkeow, ha reiterado este sábado la disposición del Gobierno tailandés a alcanzar la paz en la región, siempre que se trate de un acuerdo “genuino” y “transparente”. Sus palabras llegan después de que el primer ministro, Anutin Charnvirakul, anunciara que no respondería a la propuesta de alto el fuego con Camboya y que el Ejército continuará operando hasta que “termine la amenaza” contra el país.

“Reafirmo el compromiso inquebrantable de Tailandia con la paz. Pero la paz debe ser genuina, sostenible y cimentada en acciones que cumplan los acuerdos, no en palabras vacías”, ha señalado Phuangketkeow en un mensaje difundido en X, donde ha dejado claro que la prioridad del Ejecutivo es una solución duradera y verificable.

El jefe de la diplomacia tailandesa ha destacado igualmente la “moderación” con la que, según él, ha actuado Tailandia en el contexto de los choques armados con la vecina Camboya. No obstante, ha advertido de que el Gobierno no pasará por alto “las reiteradas infracciones (…) que han herido a (sus) soldados y amenazado a (sus) civiles”. “No son accidentes”, ha remarcado, en referencia a los últimos incidentes en la frontera.

En esta línea, el ministro ha defendido que “las acciones de Tailandia han sido estrictamente proporcionadas y dirigidas únicamente a objetivos militares” y ha insistido en su “disposición a cooperar con una verificación transparente e independiente para despolitizar la cuestión y generar confianza”. Para Bangkok, la supervisión externa es clave para despejar dudas sobre lo ocurrido y rebajar la tensión.

Phuangketkeow ha puesto también el foco en el papel de Estados Unidos como intermediario entre las partes, agradeciendo su “comprensión de la posición y las preocupaciones de Tailandia” y su “compromiso constructivo (…) para promover la desescalada y un camino creíble hacia una paz duradera” en la frontera entre Tailandia y Camboya. Washington se ha implicado en los contactos para tratar de frenar la escalada.

Las palabras del ministro se han producido poco después de que el primer ministro tailandés desmintiera este mismo sábado la versión ofrecida por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien la noche anterior había afirmado que los combates se reanudaron tras la explosión accidental de una mina que alcanzó a militares tailandeses.

“Definitivamente esto no ha sido ningún accidente”, replicó Charnvirakul, antes de advertir de que Tailandia “seguirá ejecutando sus acciones militares hasta que perciba que ha terminado la amenaza contra este país y su gente, y las operaciones que hemos lanzado esta mañana hablan por sí mismas”. El dirigente ha dejado claro que, por ahora, no contempla una pausa en la ofensiva.

Más tarde, en declaraciones recogidas por el diario “Khaosod”, el primer ministro terminó de fijar su postura: “No hay negociaciones de alto el fuego, y todavía no es la hora de emprenderlas”. Con ello, cerró la puerta a cualquier diálogo inmediato para detener los enfrentamientos.

En contraste, su homólogo camboyano sí ha aceptado la tregua propuesta por el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, que planteaba el inicio del cese de hostilidades en torno a las 16.00, hora en España peninsular y Baleares. Pese a ello, Camboya ha optado por clausurar el paso fronterizo con Tailandia en pleno intercambio de fuego, lo que mantiene la situación en un punto crítico.

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