Taiwán ha dado inicio este miércoles a sus ejercicios anuales, denominados Han Kuang, marcando un despliegue sin precedentes de efectivos y el empleo de munición real, con el objetivo de evaluar sus defensas frente a una potencial invasión china y, por primera vez, incorporando ejercicios de resistencia en entornos urbanos.
Años de entrenamiento puestos ahora a prueba, ha anunciado el Ministerio de Defensa en un mensaje en X, solicitando a los ciudadanos comprensión y apoyo durante el transcurso de estas operaciones que se extenderán durante los próximos diez días.
Desde 1984, los ejercicios Han Kuang se realizan anualmente. Los actuales son los más amplios registrados, extendiéndose de cinco a diez días, con más de 22.000 reservistas activados y la integración de tecnologías avanzadas, incluidos drones y cohetes HIMARS de fabricación estadounidense.
En esta edición, además de los tradicionales escenarios de defensa costera y asalto anfibio, se han añadido nuevas situaciones como incursiones en las zonas de defensa aérea de Taiwán.
Además, entre el 15 y el 18 de julio, se llevarán a cabo por primera vez simulacros de resistencia urbana, que implicarán pruebas de evacuación frente a posibles ataques aéreos y otras medidas de respuesta ante emergencias.
Pekín, que sostiene el principio de ‘una sola China’, considera a Taiwán parte de su territorio y ha expresado su desaprobación ante el continuo soporte militar de Estados Unidos hacia la isla, argumentando que esto solo contribuye a intensificar la crisis y comprometer la estabilidad regional.