La Policía de Tanzania afirmó este miércoles que el país se encuentra en una situación “estable” tras los operativos desarrollados en las últimas horas, después de la jornada de protestas y de huelga convocada el martes coincidiendo con el Día de la Independencia, unas concentraciones que habían sido vetadas previamente por las autoridades del país africano.
En un comunicado difundido en su perfil de la red social X, el cuerpo policial subrayó que “la situación de seguridad es estable y las actividades económicas y sociales continúan como de costumbre en todo el país después de la pausa de ayer para la celebración del Día de la Independencia”.
El texto remarcó igualmente que los distintos organismos de seguridad están trabajando “para garantizar que la paz y la seguridad sigan mejorando” y agradeció a la ciudadanía que haya “rechazar e ignorar a los que aspiran e incitan a la violencia a través de las redes sociales y otros medios”.
En la misma nota, las fuerzas de seguridad instaron a la población a mantener una actitud responsable: “Solicitamos que cada uno de nosotros siga trabajando para proteger y fortalecer la paz y la seguridad de nuestra nación, con el objetivo de que siga siendo un lugar seguro para vivir para las generaciones actuales y futuras”, concluyó la Policía tanzana, que no ofreció detalles sobre posibles arrestos relacionados con las protestas.
Las autoridades ya habían criticado en días anteriores las acciones de los sectores opositores que promovieron las movilizaciones en distintas ciudades. Sin embargo, el martes no se registraron manifestaciones de una magnitud comparable a las que siguieron a las elecciones presidenciales de noviembre, cuando la respuesta de las fuerzas de seguridad derivó en una dura campaña represiva con un elevado número de víctimas mortales y detenciones masivas.
El lunes, el ministro del Interior de Tanzania, George Simbachawene, calificó la convocatoria de estas protestas de “intento de golpe de Estado” y recordó que no contaban con autorización oficial. “Si eligen salir, no está prohibido, pero porten materiales esenciales y prepárense para responder a preguntas, ya que serán interrogados”, advirtió a quienes pensaran participar en las mismas.
La semana pasada, Naciones Unidas instó a las autoridades tanzanas a “garanticen las libertades de expresión y asamblea pacífica” tras la reciente oleada represiva, que fue defendida por la presidenta del país, Samia Suluhu Hassan. La mandataria sostuvo que las manifestaciones posteriores a los comicios formaban parte de un plan para “derrocar” a su Ejecutivo.
Los comicios, que se saldaron con una victoria abrumadora de la presidenta y fueron considerados irregulares por la Unión Africana, desencadenaron una oleada de protestas respondida con una fuerte represión policial. Según Amnistía Internacional, la intervención de las fuerzas de seguridad dejó alrededor de un centenar de muertos, mientras que el partido opositor Chadema eleva la cifra a más de un millar. Además, las autoridades presentaron cargos de traición y conspiración contra cerca de 300 personas.










