La administración provisional de Tigray ha negado recientemente las imputaciones realizadas por Afar, las cuales afirmaban que el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) había efectuado ataques en su frontera. Además, ha señalado al Gobierno central por no cumplir su compromiso con el acuerdo de paz firmado en Sudáfrica.
En una declaración pública a través de Facebook, la autoridad interina ha expresado que se han observado «acontecimientos que afectan a los procesos políticos pacíficos» y ha atribuido a Afar la responsabilidad de «repetidos ataques» en el último año, situación que había preferido no exponer públicamente con el fin de «resolver los problemas internos a través de las negociaciones».
Además, ha subrayado que las acusaciones procedentes de Afar son «infundadas» y aseguró que «Nuestras fuerzas no han atravesado la frontera con Afar», lamentando también el «fracaso del Gobierno federal en la implementación adecuada del Acuerdo de Pretoria». Esta situación, según la autoridad tigriña, «socava el proceso político pacífico» y ha urgido a «aplicar inmediatamente el Acuerdo de Pretoria, garantizar las fronteras constitucionales de Tigray y lograr que la gente pueda volver a sus hogares de forma segura».
La administración de Tigray ha reafirmado su disposición a solucionar esta situación de manera sostenible mediante el diálogo y el consenso, reiterando que no existe «una solución externa que vaya a beneficiar a Tigray». Finalmente, ha reiterado su compromiso con el acuerdo de paz de 2022 y su intención de «fortalecer la relación con el Gobierno federal», agradeciendo a la comunidad internacional por su apoyo frente al conflicto.
Este comunicado ha sido emitido tras las denuncias de Afar sobre un ataque del TPLF que habría resultado en la toma de control de al menos seis localidades, sin reportes de víctimas hasta el momento y sin comentarios del Gobierno etíope. Afar ha advertido que si el TPLF no cesa sus acciones, tomará «totalmente su responsabilidad de proteger la seguridad de sus ciudadanos y la santidad de sus fronteras».











