La confluencia de tres fenómenos meteorológicos sobre Filipinas —la tormenta tropical ‘Opong’, el supertifón ‘Nando’ y la depresión tropical ‘Mirasol’— ha resultado en la muerte de al menos 26 personas y ha dejado a 33 heridas. Los desastres naturales han azotado con fuerza el archipiélago, causando también la desaparición de 14 individuos.
El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo en Desastres de Filipinas ha confirmado la muerte de 22 personas este domingo, que se añaden a las cuatro previamente reportadas el sábado. En términos de afectación, se estima que 738.714 familias han sufrido las consecuencias de estas tormentas, impactando a cerca de 2,8 millones de personas. De estos, 163.317 individuos han sido obligados a desplazarse a 2.680 refugios temporales.
Los trastornos también han alcanzado al transporte, con 2.606 pasajeros incapaces de continuar sus viajes, incluyendo 928 usuarios de servicios de ferry. Además, se han registrado 8.916 viviendas afectadas, con 7.297 de ellas parcialmente dañadas y 1.619 completamente destruidas.
La agricultura no ha escapado al desastre, sufriendo pérdidas valoradas en más de un millón de pesos (aproximadamente 14.700 euros). Tras declarar 53 zonas en estado de calamidad, se ha activado la utilización de fondos de desastre y se ha impuesto un congelamiento de precios en productos básicos para prevenir la especulación.