Este lunes, un ataque imputado a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en El Fasher, capital de Darfur Norte, ha resultado en la muerte de al menos trece individuos y lesiones a aproximadamente una veintena. Este asalto se enmarca en un conflicto que lleva más de 500 días desde su inicio en abril de 2023 contra el ejército sudanés.
La Red de Médicos de Sudán ha confirmado que el ataque fue un bombardeo de artillería intencionado realizado al amanecer, dejando entre los heridos a siete niños y una mujer embarazada. Un comunicado en su perfil de X detalla esta información.
La red ha denunciado estos actos como «crímenes continuos» por parte de las RSF hacia la población civil desarmada en El Fasher, subrayando las «condiciones sanitarias extremadamente precarias» y la inoperancia de la mayoría de las instalaciones médicas.
Además, han reportado que numerosos cuerpos y lesionados siguen sin poder ser evacuados de las áreas afectadas debido a los constantes bombardeos y enfrentamientos, sumado a la dificultad de acceso a dichos lugares.
La organización ha calificado los sucesos en El Fasher como un crimen de guerra y un ataque sistemático contra la vida civil, criticando el «silencio internacional vergonzoso» y la falta de protección para los residentes sitiados. También ha urgido a la comunidad internacional y a la ONU a tomar medidas «urgentes» para proteger a los civiles y al personal médico, abrir corredores humanitarios y proveer suministros médicos necesarios.
La disputa en Sudán, desencadenada por desacuerdos sobre la integración de las RSF en el ejército nacional, ha exacerbado una crisis humanitaria severa y ha propiciado la mayor crisis de desplazados en el mundo.