En un reciente ataque llevado a cabo por individuos armados no identificados, tres policías han perdido la vida en un puesto de control en Segbana, al norte de Benín, próximo a la frontera con Nigeria. Este incidente se produce en un contexto de creciente inseguridad en la nación africana.
El asalto, que aún no ha sido atribuido a ningún grupo, fue realizado por sujetos con armamento pesado, de acuerdo con lo reportado por Fraternité FM. Las autoridades beninesas aún no han emitido declaraciones sobre este suceso, que fue seguido por otro ataque en Kalalé donde una familia de cinco miembros, incluidos tres niños, fue secuestrada.
Adicionalmente, se reportaron varios militares heridos tras la detonación de un artefacto explosivo al paso de un vehículo militar durante una operación para detener a los responsables del ataque en Kalalé, según información de 24 Heures au Benin, aunque todavía no se ha proporcionado un recuento oficial de las víctimas.
Estos ataques ocurren tras un incidente el 10 de septiembre en la comisaría de Kalalé, que no dejó víctimas entre las fuerzas de seguridad, quienes han intensificado su presencia en la región frente al aumento de la violencia. El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), afiliado a Al Qaeda en el Sahel, ha sido responsable de varios ataques recientes en el norte de Benín, incluyendo uno en abril con aproximadamente 55 militares muertos. En enero, otro ataque resultó en la muerte de 30 soldados en un puesto de seguridad en la frontera con Burkina Faso y Níger.
Las autoridades han incrementado las medidas de seguridad en las fronteras con Burkina Faso y Níger en respuesta al aumento de ataques y la posible expansión de grupos yihadistas en la región del Sahel, donde también opera la rama del Estado Islámico.