El Tribunal Supremo de Brasil ha iniciado este viernes las deliberaciones para determinar si encausa a Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair Bolsonaro, exmandatario del país, acusado de intentar obstruir la investigación por golpe de Estado contra su padre, quien recibió una sentencia de 27 años de prisión. Los magistrados Alexandre de Moraes y Flávio Dino ya han emitido un voto favorable.
Eduardo es señalado por tratar de influir en el proceso desde fuera de Brasil, presionando a los jueces del Supremo, “incluso alardeando con la posible aplicaciones” contra otros magistrados, como explicó el juez De Moraes al justificar su decisión.
De acuerdo con De Moraes, las «graves amenazas» se concretaron mediante sanciones impuestas por el Gobierno estadounidense, que abarcaron desde sanciones personales hasta tarifas sobre exportaciones brasileñas y la revocación de visados a funcionarios gubernamentales.
«El acusado buscaba generar un ambiente de intimidación hacia las autoridades encargadas de juzgar a Jair Bolsonaro, así como a quienes gestionan un posible proyecto de amnistía para los delitos imputados», indicó el juez.
Con el apoyo del juez Flávio Dino, se espera la decisión de los otros dos magistrados del primer panel del Supremo, Cristiano Zanin y Cármen Lúcia Antunes, quienes tienen plazo hasta el 25 de noviembre para emitir su veredicto sobre esta acusación formulada por la Fiscalía.
Eduardo Bolsonaro, quien podría ser condenado a hasta cuatro años de cárcel, actualmente reside en autoexilio en Estados Unidos, desde donde ha iniciado, junto a Paulo Figueiredo, una campaña de proselitismo por la liberación de su padre.











