El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha prolongado la paralización de la orden que exigía al Ejecutivo financiar el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) hasta el último minuto del jueves. Esta decisión apoya a la gestión de Donald Trump, retrasando la distribución de los cupones de alimentos de noviembre, esenciales para cerca de 42 millones de ciudadanos, por un periodo adicional de dos días a la espera de una votación crucial en la Cámara de Representantes.
La aprobación del paquete financiero por el Senado podría poner fin al cierre gubernamental más extenso registrado en el país y reactivaría el SNAP, solventando el conflicto legal sin necesidad de más intervenciones del Supremo, tal como reporta The Hill.
La decisión fue tomada a pesar del desacuerdo de la jueza Ketanji Brown Jackson, nombrada por Joe Biden, quien defendió la reanudación inmediata de los pagos al SNAP, marcando un cambio respecto a su posición anterior. La semana pasada, había respaldado la suspensión temporal hasta este martes.
Un tribunal de Rhode Island había previamente dictaminado que la administración Trump estaba actuando de manera ilegal al no utilizar un fondo de contingencia de 5.000 millones de dólares (4.300 millones de euros) destinado al programa, aunque este importe resulta insuficiente para cubrir los estimados 9.000 millones de dólares (7.770 millones de euros) necesarios para los pagos de noviembre, según indica The Hill.
