El presidente Donald Trump ha anunciado la cancelación de su prevista reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, que iba a tener lugar en Budapest, Hungría. La decisión llega en un momento de estancamiento en las negociaciones para resolver la crisis en Ucrania.
“Cancelamos la reunión con Putin. Simplemente no me pareció bien. No parecía que fuéramos a llegar a donde debíamos, así que la cancelé. Pero la tendremos en el futuro”, declaró Trump desde el Despacho Oval, en presencia del secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Trump también reiteró su negativa a enviar misiles Tomahawk a Ucrania, argumentando su complejidad: “El problema con los Tomahawk, que mucha gente desconoce, es que se necesita un mínimo de seis meses, normalmente un año, para aprender a usarlo. Es sumamente complejo. La única forma de que un Tomahawk sea disparado es que nosotros lo disparemos, y no vamos a hacerlo”.
Estas declaraciones se producen tras las recientes sanciones del Departamento del Tesoro de EE.UU. a las principales compañías petroleras rusas, acusando a Moscú de una falta de compromiso en las negociaciones para un acuerdo de paz. “Putin no ha llegado a la mesa de negociaciones de forma honesta y directa”, criticó el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
HUNGRÍA INSISTE EN QUE CONTINÚAN LOS PREPARATIVOS PARA LA CUMBRE
Por su parte, el Gobierno húngaro ha contradicho los rumores de cancelación definitiva de la cumbre en Budapest, asegurando que “Estados Unidos no ha renunciado a celebrar la cumbre de paz en Budapest” y que “los preparativos continúan”, afirmó el ministro de Exteriores, Péter Szijjarto, tras reunirse en Washington con su homólogo estadounidense, Marco Rubio.