Los aranceles de Trump entran en vigor: un 10 % general y un 15 % para la UE

Desde hoy se aplica el encarecimiento de las importaciones de los socios comerciales a EEUU, con cuantías que superan el 40% en algunos países. El presidente estadounidense sigue con su diplomacia arancelaria y ya amenaza con gravámenes específicos a chips y semiconductores

Archivo - El expresidente de EEUU, Donald TrumpERIN SCHAFF / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

Tras sucesivas amenazas, idas y venidas y negociaciones diferidas en el tiempo, los aranceles masivos de Trump a las importaciones de productos son ya una realidad. Hoy, 7 de agosto (a la medianoche en Estados Unidos), entraban en vigor los gravámenes incluidos en la orden ejecutiva firmada por el presidente de EEUU, Donald Trump, que van desde el 10% global presentado hace unos meses a importes muy superiores, como el 40% impuesto a Laos o Bangladesh.

En el caso de la Unión Europea, desde hoy es efectivo el tipo del 15% que afecta a buena parte de los bienes y manufacturas producidos en territorio comunitario.

El mandatario estadounidense anunció el pasado 1 de agosto la imposición de nuevos aranceles a decenas de socios comerciales, todos los que mantengan superávit en la balanza comercial con EEUU.

En concreto, el texto, difundido por la Casa Blanca, incluye una lista de casi 70 países, además de la Unión Europea, a los que se aplicarán aranceles específicos que oscilan entre el mínimo de 10 y el 41%, como es el caso de Siria. Aquellos estados que no figuren en el listado tendrán un gravamen predeterminado del 10%, el arancel básico anunciado en abril sobre las importaciones de casi todos los socios comerciales del país, así como otros más elevados para una larga lista de países. La medida fue suspendida poco después, durante 90 días, para permitir las negociaciones comerciales.

Resultado de negociaciones bilaterales

Desde entonces, el Ejecutivo norteamericano ha venido desarrollando una diplomacia comercial en la que se han entremezclado intereses comerciales con intereses políticos, cuando no personales del propio Trump, como parte de una estrategia negociadora por la que algunos países, como Reino Unido y Japón, han llegado a acuerdos con los que reducir los aranceles inicialmente propuestos los aranceles.

En el caso de la Unión Europea, finalmente se aceptó hace unos días un gravamen generalizado a sus exportaciones del 15%. Tras meses de tira y afloja, con amenazas de imponer aranceles recíprocos a determinadas importaciones desde EEUU, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, cerraba hace dos fines de semana un acuerdo en Escocia por el que la UE renunciaba a una guerra arancelaria a cambio de dicha cifra, la renuncia a gravar productos estadounidenses y el compromiso de adquirir energía y bienes de defensa por valor de más de 600.000 millones de dólares.

El acuerdo se alcanzó después de que Trump redoblara la presión en las últimas semanas, elevando la propuesta de arancel a la UE hasta el 35%, una cuantía con la que ha vuelto a amenazar esta misma semana, si los socios comunitarios incumplen los compromisos adquiridos en inversiones en el país.

Aranceles adicionales para la India

Por su parte, la Casa Blanca ha informado de la imposición de un arancel adicional del 25% a las importaciones procedentes de la India, que se sumaría al gravamen del 25% anunciado a finales de julio y ya en vigor. La medida se impone como represalia por la compra «directa o indirectamente» de petróleo a Rusia.

Otro de los sectores en torno a los que persisten las dudas es el farmacéutico. El presidente de EEUU también ha advertido de que los aranceles para las importaciones de productos de la industria farmacéutica podrían llegar al 250%, una amenaza que en esta ocasión llega después de su reunión, la semana pasada, con representantes de 17 compañías del sector para pedirles una rebaja de los precios de los medicamentos en el país como forma de evitar el aumento de costes en las importaciones.

ARANCELES DEL 100% A LA IMPORTACIÓN DE CHIPS Y SEMICONDUCTORES

Vistos los resultados, el presidente de Estados Unidos sigue haciendo anuncios de imposiciones futuras como herramienta diplomática. Ayer mismo, anunciaba su intención de extender la imposición de aranceles en fechas próximas de «aproximadamente» el 100% para la importación de chips y semiconductores, una medida para presionar presionar a las empresas con el fin de que trasladen la producción de estos productos a suelo norteamericano.

«Si fabricas en Estados Unidos, no habrá recargos», ha afirmado Trump, que ha abierto la puerta a que estas concesiones se extiendan también a las empresas que estén en proceso de trasladar la producción o adquieran ciertos compromisos, con la amenaza de «cobrar más adelante» si se incumplen estos pactos.

En este sentido, ha afirmado que las empresas estadounidenses están moviendo «rápidamente» su producción, en una comparecencia en la que Trump ha querido presumir de su alianza con empresas como Apple, que se ha comprometido a invertir 100.000 millones de dólares para potenciar la producción nacional.

El director ejecutivo de la compañía, Tim Cook, ha asegurado durante el acto en la Casa Blanca que este nuevo compromiso eleva por encima de 600.000 millones de dólares la inversión en Estados Unidos.

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