Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado que no contempla la posibilidad de un enfrentamiento bélico con Venezuela, a pesar de la reciente intensificación militar en el Caribe y el Pacífico, donde los ataques estadounidenses a supuestas embarcaciones de narcotráfico han resultado en la muerte de numerosas personas.
En una entrevista con CBS, Trump ha comentado sobre la posibilidad de un conflicto con Venezuela, respondiendo que “lo dudo, no lo creo”, a pesar de la próxima llegada del portaaviones ‘USS Gerald Ford’ a aguas caribeñas.
Al ser consultado sobre una posible intervención militar en territorio venezolano, el presidente ha preferido no confirmar ni desmentir tal acción. “No me inclinaría a decir que haría eso porque no hablo con los periodistas sobre si voy a atacar o no (…) no le voy a decir qué voy a hacer con Venezuela, si es que lo voy a hacer o no”, explicó, subrayando el trato hostil de Caracas, especialmente en temas de narcotráfico.
Trump también ha atribuido a las políticas migratorias de Joe Biden, su antecesor, la llegada de “11.888 asesinos” a Estados Unidos, causados por las autoridades venezolanas, alegando que no permitirá que continúe esta situación. Además, ha enfatizado el impacto del narcotráfico que, según él, cada embarcación destruida representa la muerte de 25.000 estadounidenses y la destrucción de familias a lo largo del país.
Respecto a las recientes operaciones militares estadounidenses, Trump ha indicado que no solo buscan combatir el narcotráfico, sino que también podrían tener como objetivo el derrocamiento del presidente venezolano, Nicolás Maduro. “Yo diría que sí. Creo que sí”, señaló al ser preguntado si estas acciones sugieren que los días de Maduro están contados.
Estas declaraciones se producen tras un reciente ataque estadounidense en el Caribe que mató a tres personas, provocando confrontaciones con Maduro y el presidente colombiano, Gustavo Petro. Este incidente, junto con otros ataques, ha sido criticado por la ONU y diversas ONGs como acciones “ilegales”. La ONU ha pedido una investigación rápida, independiente y transparente de estos eventos, sugiriendo incluso procesamientos por violaciones de la ley.
Según información de CBS, desde el inicio de estos ataques en septiembre, las fuerzas estadounidenses han matado a al menos 64 personas.
