Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha rechazado este domingo la opción de proveer misiles Tomahawk a Ucrania, pese a la solicitud de Kiev, que los considera cruciales para contrarrestar la invasión rusa, seis días después de que Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, destacase la importancia de estos misiles para influir en Vladimir Putin.
“Realmente no”, fue la respuesta del mandatario estadounidense al ser consultado por los periodistas a su llegada a la Base Conjunta de Andrews, en Maryland, sobre si contemplaba la posibilidad de armar a Ucrania con dichos misiles. Esta postura sigue la línea de sus comentarios anteriores, en los cuales resaltó la resistencia de Putin y argumentó que la transferencia de estos misiles podría comprometer la seguridad de Estados Unidos. Por su parte, Zelenski ha mencionado repetidamente que contar con estos proyectiles representaría una presión considerable que podría predisponer al Kremlin a optar por la negociación en lugar de persistir en la confrontación armada.
Además, Trump se ha desmarcado de los planes de la Unión Europea de utilizar los activos rusos congelados para financiar un préstamo que sostenga el esfuerzo bélico de Ucrania. Tras la calificación de la propuesta como “sólida” por parte de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, Trump señaló que no está “involucrado” en las “conversaciones” que podrían estar teniendo lugar entre Moscú y Bruselas, sin emitir una opinión profunda al respecto.
