El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido este martes ampliar la prohibición de entrada al país a ciudadanos de diversos estados de África y Oriente Próximo, afectando también a las personas que cuenten con documentos de viaje emitidos por la Autoridad Palestina.
Durante la jornada, la Casa Blanca ha optado por restringir y bloquear por completo la llegada de nacionales de Burkina Faso, Malí, Níger, Sudán del Sur, Siria y Palestina. Asimismo, ha pasado a imponer restricciones totales a Laos y Sierra Leona, países que hasta la fecha solo estaban sujetos a “restricciones parciales”.
Del mismo modo, Washington ha incorporado a la categoría de “restricciones parciales” a otros 15 países: Angola, Antigua y Barbuda, Benín, Costa de Marfil, Dominica, Gabón, Gambia, Malaui, Mauritania, Nigeria, Senegal, Tanzania, Tonga, Zambia y Zimbabue.
La Administración estadounidense ha argumentado que “varios grupos terroristas sancionados por Estados Unidos operan activamente en Cisjordania y la Franja de Gaza”, y que, debido al “escaso o nulo control que ejerce la Autoridad Palestina sobre estas zonas”, sus documentos de viaje “no pueden ser debidamente investigados ni aprobados”.
Respecto a Siria, Washington ha señalado que el país “está saliendo de un prolongado periodo de inestabilidad civil y conflictos internos”, y que, aunque las nuevas autoridades están “trabajando para abordar sus desafíos de seguridad”, todavía “carece de una autoridad central adecuada” para la expedición y supervisión de pasaportes.
En relación con Burkina Faso, Níger, Sudán del Sur, Laos y Sierra Leona, la Casa Blanca ha explicado que la medida se justifica por los elevados índices de permanencia irregular tras la expiración de los visados. Ha añadido que la mayoría de estos estados se han negado a recibir a sus nacionales sujetos a deportación. En el caso de Malí, Washington ha subrayado que “las organizaciones terroristas operan libremente en ciertas zonas” del país.
A comienzos de junio, Trump ya había vetado la entrada al territorio estadounidense a ciudadanos de una docena de países, entre ellos Afganistán, Haití, Libia, Somalia o Sudán, después de revelarse que el hombre acusado del ataque incendiario contra un grupo de manifestantes proisraelíes en la localidad de Boulder (Colorado) disponía de un visado de turista que caducó en febrero de 2023.