El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto al primer ministro de India, Narendra Modi, han decidido dejar de lado momentáneamente sus diferencias para intercambiar halagos, a pesar de que la Administración estadounidense ha establecido aranceles de hasta el 50 por ciento sobre las importaciones de productos indios como medida de represalia por la continuación de la importación de energía desde Rusia.
Unas horas después de que Trump mencionara el viernes en su plataforma Truth Social que India y Rusia estaban ya ‘perdidas’ en manos de China, el empresario ha rectificado estas declaraciones ante la prensa para destacar, por el contrario, la ‘especial relación’ entre Estados Unidos e India. ‘No hay nada de qué preocuparse’, aseguró.
‘Siempre seré amigo de Modi, es un gran primer ministro’, expresó Trump, recordando que en junio pasado hospedó al líder indio en la Casa Blanca.
Modi, a su vez, ha reaccionado a estas declaraciones el sábado por la mañana en su perfil de la red social X, para ‘agradecer profundamente’ y expresar su total acuerdo con las amables palabras de Trump y la ‘evaluación positiva’ que este hizo sobre las relaciones bilaterales.
El líder indio fue uno de los invitados a los eventos en China por el octogésimo aniversario de la victoria sobre Japón en la II Guerra Mundial, lo que le proporcionó la oportunidad de encontrarse personalmente no solo con el presidente chino, Xi Jinping, sino también con el presidente ruso, Vladimir Putin.