Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha manifestado su preocupación por la posibilidad de ‘vaciar’ las reservas de misiles Tomahawk al venderlos a Ucrania para su conflicto con Rusia. Esta propuesta, según Trump, no ha sido bien recibida por Vladimir Putin durante una conversación telefónica que tuvieron poco antes.
«También necesitamos Tomahawks para Estados Unidos. Muchos (…). Quiero decir, no podemos agotarlos para nuestro país. Así que, ya sabes, son muy importantes. Son muy potentes, son muy precisos, son muy buenos. Pero nosotros también los necesitamos. Así que no sé qué podemos hacer al respecto», declaró Trump en una intervención en la Casa Blanca.
Al ser consultado sobre si Putin intentó influir en su decisión sobre la venta de misiles a Ucrania, Trump indicó que a Putin «no le ha gustado la idea». «Le dije: ¿Te importaría si le diera un par de miles de Tomahawks a tu oposición?», compartió el presidente, añadiendo que a veces se necesita humor en estas conversaciones, aunque Putin no estuviera de acuerdo.
Trump también abordó la posibilidad de aplicar sanciones a Rusia, respaldando un proyecto de ley en este sentido, aunque aún no ha discutido el tema con líderes del Congreso como John Thune y Mike Johnson. «Queremos la paz. Queremos detener la matanza de 7.000 personas a la semana», enfatizó, expresando su deseo de resolver rápidamente el conflicto debido a su relación previa con Putin.
Finalmente, Trump mencionó sus planes de reunirse con Putin en Hungría, pactada durante su llamada, y anticipó un próximo encuentro entre el secretario de Estado, Marco Rubio, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que aún espera confirmación de Moscú.
En su diálogo, Putin opinó que enviar misiles Tomahawk a Ucrania «no cambiaría la situación en el campo de batalla, sino que causaría un daño significativo a las relaciones» entre ambos países y a las perspectivas de una resolución pacífica del conflicto, según Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin.