Trump ordena una “revisión exhaustiva” de los planes de vacunación infantil en EEUU para ajustarlos a estándares globales

Trump ordena una revisión federal del calendario de vacunación infantil en EEUU tras el cambio de criterio de los CDC sobre la hepatitis B en recién nacidos.

El presidente estadounidense, Donald TrumpEuropa Press/Contacto/Yuri Gripas - Pool via CNP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado este viernes una “revisión exhaustiva” a nivel federal de las pautas de vacunación infantil en el país para “alinearse con las mejores prácticas” internacionales, pocas horas después de que un comité asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) suprimiera su recomendación de administrar la vacuna contra la hepatitis B a los recién nacidos, una decisión que el magnate ha calificado de “excelente”.

“Acabo de firmar un memorando presidencial que ordena al Departamento de Salud y Servicios Humanos que acelere una evaluación exhaustiva de los calendarios de vacunación de otros países del mundo y armonice mejor el calendario de vacunación estadounidense para que finalmente se base en el criterio de referencia de la ciencia y el sentido común”, ha señalado el mandatario en un mensaje publicado en su red social, Truth Social.

Según Trump, la intención es actualizar el calendario de vacunación infantil básica de Estados Unidos “para que se ajuste a la evidencia científica” y se ponga en línea con “las mejores prácticas de países desarrollados similares”, como Canadá, Japón y Alemania, garantizando al mismo tiempo que no se vea comprometido “el acceso a las vacunas actualmente disponibles para los estadounidenses”.

“Los países pares desarrollados recomiendan menos vacunas infantiles”, ha recalcado el expresidente, que ha cuestionado que el programa de vacunación infantil estadounidense haya venido exigiendo “durante mucho tiempo” hasta 72 inyecciones “para bebés perfectamente sanos (…), mucho más de lo necesario”. “¡Es ridículo! Muchos padres y científicos han cuestionado la eficacia de este calendario, ¡y yo también!”, ha remachado.

La decisión de Trump, plasmada en un memorando, se produce justo después de que la comisión sobre vacunas de los CDC eliminara este mismo viernes la histórica recomendación de vacunar contra la hepatitis B a los recién nacidos, una directriz que estaba en vigor desde 1991.

El jefe de la Casa Blanca ha celebrado la retirada de esta recomendación y ha sostenido que constituye una “excelente decisión”, al considerar que los recién nacidos “en su gran mayoría no corren riesgo de contraerla (al tratarse de) una enfermedad que se transmite principalmente por vía sexual o a través de agujas contaminadas”.

Este giro se enmarca en una reconfiguración más amplia del área de salud pública. El secretario de Salud estadounidense, Robert F. Kennedy Jr. –crítico habitual con la eficacia de las vacunas– destituyó el pasado mes de junio a 17 especialistas de la comisión por un supuesto “conflicto de intereses” y los sustituyó por perfiles afines a las posiciones de la Administración de Donald Trump.

Paralelamente, el Ejecutivo estadounidense designó al subsecretario del Departamento de Sanidad, Jim O’Neill, como nuevo responsable de los CDC en relevo de Susana Monarez, a la que acusó de mentir después de que ella denunciara presiones para asumir sus narrativas antivacunas.

Estos relevos fueron presentados por el presidente Trump y por el propio Kennedy como parte de sus esfuerzos para “restaurar la confianza, la transparencia y la credibilidad de los CDC”.

Kennedy, a quien Donald Trump ha encargado ahora esta revisión para que “se haga de forma rápida y correcta”, se ha manifestado en repetidas ocasiones contra distintas vacunas, incluida la de la COVID-19, a la que llegó a calificar como la “más letal jamás fabricada”. Asimismo, ha respaldado teorías conspirativas que vinculan las vacunas con el autismo.

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