QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dibujado el panorama de una Europa “débil” y encaminada hacia su propia “destrucción” por culpa, a su juicio, de unos dirigentes “muy políticamente correctos”, a los que responsabiliza de unas políticas migratorias laxas que “permiten la entrada de millones de personas”.
En una entrevista concedida al diario ‘Politico’, ha advertido de que “Europa está siendo destruida. Tenéis que entenderlo: quiero una Europa fuerte. Cuando dejan entrar a millones de personas, muchas de estas personas acaban cometiendo crímenes atroces. De nuevo, mirad a Suecia: amo Suecia, pero han pasado de ser un país libre de delitos a uno que ahora tiene mucha criminalidad”.
En la misma conversación, ha insistido en que los dirigentes del bloque comunitario son “débiles” y “no saben qué hacer”. “Europa no sabe qué hacer. No saben tampoco qué hacer a nivel comercial. La situación es un tanto peligrosa, pero ser políticamente correctos es lo que los hace débiles”, ha aseverado, aludiendo tanto a la gestión migratoria como a la económica.
Trump ha puesto como ejemplo el caso alemán. “Si miramos Alemania, era también un país sin crímenes, pero Angela (Merkel) cometió dos grandes errores: inmigración y energía”, ha sostenido, enlazando estas decisiones con el deterioro de la seguridad. Ha recordado igualmente que en el pasado ha respaldado a candidatos que “no gustaban a los europeos”. “Apoyé a Viktor Orbán. En América Latina, a (Javier) Milei. Iba perdiendo, y al final lo apoyé y ganó por goleada”, ha afirmado para subrayar su influencia política en el exterior.
El mandatario ha remarcado que su prioridad es la Casa Blanca, aunque reconoce un fuerte peso en la escena internacional. “Lo que quiero es liderar Estados Unidos, no Europea, y me veo involucrado mucho allí. La OTAN me llama papaíto. Quiero decir, tengo mucho que decir. He aumentado el gasto en defensa del 2 al 5 por ciento del PIB”, ha manifestado, antes de admitir que algunos socios “son más difíciles”. “Creo que está bien que los tengamos; como por ejemplo Turquía”, ha apuntado.
Trump, que se ha definido como amigo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha recalcado que, pese a las tensiones políticas, “carece de enemigos reales en Europa”. “En realidad me gustan todos, soy amistoso con todos ellos. Había un par de personas a lo largo de los años que no me gustaban, pero ahora me gusta el equipo. Los conozco muy bien, algunos son amigos. Sé cuando un líder es malo, bueno, inteligente o estúpido, pero no están haciendo un buen trabajo. Europa no está haciendo un buen trabajo”, ha dicho, cuestionando la capacidad de los actuales mandatarios europeos.
DESTACA SU POLÍTICA MIGRATORIA
Al abordar la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, Trump ha alertado de que, si “Europa sigue por la senda actual, los países dejarán de ser funcionales”. “Su política migratoria es un desastre, pero he sido capaz de detenerlo. Ahora no tenemos a la gente viniendo a nuestro país. Cero personas durante siete meses. Quiero decir, ¿quién iba a creerlo? Hemos pasado de millones de personas a ninguna”, ha aclarado, contraponiendo su enfoque al de los gobiernos europeos.
En su crítica, ha asegurado que “a Europa llega gente de todas partes, no solo de Oriente Próximo. Llegan en números tremendos y muchos llegan desde prisiones de República Democrática del Congo y otros muchos países. Ahora no quieren enviarlos de vuelta adonde han venido”, ha continuado, responsabilizando a las autoridades de no reaccionar ante estos flujos.
Trump ha señalado directamente al alcalde de Londres, Sadiq Khan, al que acusa de haber transformado la capital británica en un “sitio horrible”. El magnate neoyorquino ha reclamado a los mandatarios europeos “darse cuenta de lo que hacen a sus países, de que los están destruyendo, de que está llegando gente de fuera que está cambiando su ideología, porque vienen con ideologías totalmente diferentes”, y ha advertido de que esto “los hará mucho más débiles”, en una nueva llamada de atención sobre el rumbo político y social del continente.
