El presidente Donald Trump ha comunicado este lunes su disposición a utilizar la Ley de Insurrección para desplegar efectivos militares en diversas ciudades de Estados Unidos, tras haber ordenado ya el envío de numerosos miembros de la Guardia Nacional a Chicago, Illinois, y Portland, Oregón, a pesar de enfrentarse a obstáculos judiciales.
“Hasta ahora, no ha sido necesario. Pero tenemos una Ley de Insurrección por una razón. Si tuviera que invocarla, lo haría”, declaró desde el Despacho Oval, subrayando que procedería a ello si las circunstancias lo requiriesen y si enfrentase oposición de tribunales, gobernadores o alcaldes.
Trump ha enfatizado su compromiso por evitar muertes y ha mencionado que no solo el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, está dispuesto a colaborar. “Todos están dispuestos a ofrecer lo que necesitemos”, afirmó, luego de haber autorizado el despliegue de 400 miembros de la Guardia Nacional de Texas a Chicago, Portland y otras ciudades necesitadas.
Este lunes, el presidente autorizó formalmente el despliegue de al menos 300 agentes de la Guardia Nacional de Illinois en Chicago, pese a la oposición de JB Pritzker, gobernador de Illinois, quien ha calificado la acción como una “invasión” y ha denunciado la movilización como “manifiestamente ilegal, peligrosa e inconstitucional”. “Por la presente, convoco al servicio federal a al menos 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois, hasta que el gobernador de Illinois consienta una movilización financiada con fondos federales”, cita el documento que permite a estos efectivos obedecer al “secretario de Guerra –en referencia al secretario de Defensa, Pete Heghseth– (…) para asegurar la aplicación de la ley federal en Illinois”, durante un periodo de 60 días.
Pritzker ha acusado a Trump de buscar generar violencia y caos para justificar la invocación de la Ley de Insurrección, a lo que Trump ha contestado calificándolo de “incompetente”. Anteriormente, en junio, Trump ya consideró usar esta ley durante las protestas en Los Ángeles, describiendo la situación como una supuesta insurrección.