El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha comunicado este martes que ha llegado a un acuerdo con la Universidad de Harvard, en el contexto de una disputa legal que enfrenta a la reconocida institución académica de Massachusetts con la administración presidencial, luego de que esta última redujera su financiación en represalia por albergar manifestaciones propalestinas.
«Todo lo que tienen que hacer es ponerlo en papel», le ha dicho Trump a la secretaria de Educación, Linda McMahon, mientras firmaba una orden ejecutiva no relacionada con este tema en el Despacho Oval. «Será genial», agregó el presidente, según lo reportado por la agencia Bloomberg, sin ofrecer más detalles.
La relación entre Harvard y el gobierno de Washington ha estado tensa durante meses debido a que Trump congeló los fondos federales destinados a esa universidad como castigo por las protestas propalestinas en su recinto, aplicando una estrategia similar con otras universidades como Columbia, Brown y Pensilvania.
Además de los recortes de fondos, la disputa con Harvard se ha intensificado con acusaciones adicionales de sesgos políticos, conexiones con China y su partido gobernante, y la resistencia del ejecutivo republicano hacia los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
En la más reciente contienda judicial, a principios de septiembre, una jueza dictaminó a favor de Harvard al determinar que la administración Trump había actuado ilegalmente al congelar más de 2.000 millones de dólares (más de 1.700 millones de euros) en fondos de investigación para la universidad.
No obstante, a pesar del acuerdo mencionado por Trump, el Departamento de Salud declaró este lunes que estaba sometiendo a Harvard a un proceso de suspensión y descalificación que podría excluir a la universidad de futuros contratos con agencias gubernamentales o de recibir fondos federales. Esta declaración se produjo poco después de que, siguiendo otra decisión judicial, la universidad recibiera nuevamente subvenciones federales por un valor de 46 millones de dólares (algo más de 39 millones de euros) que habían sido previamente congelados.