Trump suspende ayuda a Colombia, clave en la estrategia antidroga de EE.UU.

Donald Trump anuncia la suspensión de toda ayuda a Colombia, agravando la crisis bilateral con acusaciones hacia el presidente Petro.

Archivo - Erradicación de un cultivo de coca en Tumaco, ColombiaEL TIEMPO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

Desde hace más de cuatro décadas, Colombia ha sido fundamental en la política de control de narcóticos de Estados Unidos, especialmente en América Latina, recibiendo miles de millones en ayuda económica y soporte militar. En 2024, el país continuó siendo el mayor beneficiario de asistencia financiera estadounidense en la región, alcanzando los 400 millones de dólares (aproximadamente 343 millones de euros), de acuerdo con datos de la Oficina en Washington para América Latina (WOLA). Se calcula que, desde el inicio del siglo XXI, Washington ha asignado cerca de 14.000 millones de dólares a Colombia, en su mayor parte para fines militares.

Recientemente, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció la interrupción completa de la ayuda a Colombia y acusó a su presidente, Gustavo Petro, de ser un “líder del narcotráfico”. Esta medida es un nuevo episodio en el deterioro de las relaciones bilaterales que comenzó con la segunda elección de Trump, enfrentando ahora a un gobierno de izquierda en Colombia. Esta decisión sucede tras la descalificación de Colombia como país comprometido con la lucha antidroga en septiembre, una sanción previamente aplicada solo a Bolivia y Venezuela.

“Colombia es, de lejos, el socio más cercano en la lucha antinarcóticos en toda la región para Estados Unidos. Durante muchos años, fuerzas militares de ambos gobiernos trabajaron juntas combatiendo al crimen organizado”, afirmó Elizabeth Dickinson, analista del International Crisis Group, a la cadena BBC.

La suspensión de ayuda no es un hecho sin precedentes. En 1997, Estados Unidos también cesó su apoyo a Colombia debido a la incapacidad del gobierno de entonces para cumplir con las metas de reducción de cocaína establecidas por Washington. A pesar de esto, Colombia se convirtió rápidamente en uno de los principales destinatarios de la ayuda estadounidense mediante el Plan Colombia, que, aunque oficialmente estaba destinado a luchar contra el narcotráfico, fue criticado por centrarse en la lucha contra la guerrilla de las FARC.

Desde la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016, la ayuda de EE.UU. ha disminuido, pero el país norteamericano sigue siendo un aliado esencial para Colombia. Con la presidencia de Petro desde 2022, las tensiones han aumentado, incluyendo la suspensión de compras de armas estadounidenses y la reciente revocación del visado de Petro por Washington, después de que este último instara a los soldados estadounidenses a desobedecer a Trump.

Este domingo, Petro denunció el “asesinato” de un pescador colombiano por el Ejército estadounidense, refiriéndose al ataque del jueves contra un barco “narcoterrorista” en el Caribe.

En 2023, la producción de cocaína en Colombia se incrementó un 53%, alcanzando las 2.644 toneladas. El cultivo subió un 10%, llegando a más de 252.928 hectáreas entre 2022 y 2023. A pesar de los esfuerzos colombianos, gran parte de la cocaína termina en Estados Unidos y Europa. Según el ministro de Defensa colombiano, Pedro Sánchez, entre enero y septiembre de este año, las incautaciones de cocaína crecieron un 8% y el número de laboratorios destruidos un 21%, con 3.200 criminales capturados o abatidos.

“Hemos hecho todo lo necesario y todo lo que está a nuestro alcance. Si hay alguien que tenga una voluntad férrea para combatir el narcotráfico es Colombia”, aseguró Sánchez, quien también destacó la colaboración mutua en intercambio de información y apoyo en operaciones antidroga con EE.UU.

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