En un encuentro en Busan, Corea del Sur, los presidentes Donald Trump de Estados Unidos y Xi Jinping de China han exhibido una postura conciliadora. Esta reunión marca su primer cara a cara desde la reelección de Trump en enero.
“Creo que ya hemos acordado muchas cosas y que acordaremos algunas más ahora mismo. Creo que vamos a tener una relación fantástica durante mucho tiempo”, declaró Trump al inicio de la sesión, que se extendió por 90 minutos. Durante este tiempo, Trump describió a Xi como un “negociador muy duro” y un “gran líder de un gran país”.
Por su parte, Xi expresó su alegría por reencontrarse con Trump y mostró su disposición a “seguir trabajando con” el mandatario estadounidense para “construir una base sólida para las relaciones” entre ambos países. Además, Xi reconoció las diferencias periódicas entre ambas naciones, agregando que es natural dadas sus magnitudes económicas y que es crucial mantener “el rumbo correcto y garantizar la navegación estable del gigantesco barco de las relaciones entre China y Estados Unidos”.
Durante la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Busan, se anticipa que Trump y Xi finalicen los detalles de un acuerdo preliminar, negociado previamente en Malasia. Este acuerdo implicaría que China suspenda el régimen de licencias para las tierras raras durante al menos un año y reanude las compras de soja a Estados Unidos a cambio de una reducción de aranceles por parte de este último.
“Nuestros dos equipos económicos y comerciales alcanzaron un consenso básico para abordar nuestras principales preocupaciones respectivas y lograron avances alentadores. Esto proporcionó las condiciones necesarias para nuestra reunión de hoy”, señaló Xi, quien también aplaudió los esfuerzos de paz de Trump, un área en la que ambos países pueden colaborar.