La Oficina de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) ha tenido que cesar sus operaciones en Túnez por un mes, siguiendo una directiva del gobierno tunecino. Esta acción ha sido criticada por la OMCT como parte de una campaña «sistemática» en contra de las organizaciones de la sociedad civil en el país.
«La OMCT en Túnez recibió el miércoles una notificación (…) que ordena la suspensión de sus actividades durante 30 días», comunicó la organización a través de un mensaje en su perfil de la red X. Durante este lapso, lamentaron no poder «prestar asistencia directa a las víctimas de tortura y a sus familias».
Además, la OMCT ha indicado su intención de apelar esta suspensión, una práctica que, según denuncian, el gobierno tunecino está aplicando de manera «sistemática» a la sociedad civil. A finales de octubre, un tribunal dictaminó una medida similar contra el Foro Tunecino de Derechos Económicos y Sociales (FTDES) y la Asociación Tunecina de Mujeres Democráticas (ATFD), decisiones que sus representantes han calificado de «arbitrarias» e «injustas».
La oposición en Túnez y varias entidades internacionales han expresado su preocupación por el giro autoritario y la represión de la disidencia bajo el mandato del presidente Kais Saied, quien en 2021 asumió plenos poderes tras disolver el Parlamento y el Gobierno.
















