Internacional

Turquía y Armenia pactan agilizar los trámites para conceder visados

Turquía y Armenia dan un nuevo paso en su proceso de normalización al acordar simplificar y abaratar los visados para pasaportes oficiales desde 2026.

1 minuto

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, durante una cumbre en Tayikistán en octubre de 2025 (archivo) Europa Press/Contacto/Grigory Sysoev/Kremlin Pool

Publicado

1 minuto

Las autoridades de Turquía y Armenia han alcanzado este lunes un acuerdo para agilizar los procedimientos de concesión de visados, dentro de los pasos que están dando para normalizar sus relaciones diplomáticas. Ambos países carecen de lazos formales desde la década de 1990, periodo en el que su frontera permanece igualmente clausurada.

Los ministerios de Exteriores de los dos Estados han señalado en comunicados calcados que “se ha decidido simplificar el procedimiento de visado para los titulares de pasaportes diplomáticos, especiales y de servicio”, una medida adoptada por acuerdo entre los representantes en el “proceso de normalización entre Turquía y Armenia”.

Asimismo, han precisado que “los titulares de pasaportes diplomáticos, especiales y de servicio de ambos países podrán obtener la visa electrónica de forma gratuita a partir del 1 de enero de 2026”, antes de subrayar que Ankara y Ereván “reafirman una vez más su compromiso de continuar el proceso de normalización con el objetivo de lograr la normalización total, sin condiciones previas”.

Turquía suspendió sus vínculos diplomáticos con Armenia en 1993 tras la ocupación por parte de fuerzas armenias de la región azerí de Nagorno Karabaj, que proclamó su independencia y estableció instituciones separatistas no reconocidas por Azerbaiyán. Este país recuperó la zona en 2023 después de varias ofensivas militares en este territorio de mayoría armenia.

En 2021, Ankara y Ereván designaron enviados especiales y pusieron en marcha un diálogo para restablecer las relaciones diplomáticas, un proceso condicionado por el respaldo turco a Azerbaiyán y por la negativa de las autoridades de Turquía a admitir el genocidio cometido a comienzos del siglo XX contra la población armenia en el entonces Imperio Otomano.

Turquía no cuestiona que se produjeran matanzas de civiles armenios, pero rechaza calificarlas como genocidio, pese a que numerosos expertos y Estados de la comunidad internacional lo reconocen como tal, y mantiene que las muertes no respondieron a un plan sistemático de exterminio masivo por parte del Imperio Otomano.