Las autoridades de Ucrania han comunicado este lunes, por primera vez, la destrucción operativa de un submarino ruso en el puerto de Novorosisk, uno de los enclaves más importantes del mar Negro, al que habrían dejado “prácticamente inutilizado”, un hecho que Moscú aún no ha confirmado.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) subrayó que “por primera vez en la historia” drones submarinos del modelo 'Sub Sea Baby' lograron “estallar un submarino ruso” de la clase 'Varshavyanka' (equivalente a la clase Kilo de la OTAN) durante una operación especial dirigida contra la flota rusa desplegada en el mar Negro.
“Como resultado de la explosión, el submarino sufrió daños críticos y, de hecho, quedó inutilizado. A bordo del submarino se encontraban cuatro lanzadores de misiles de crucero 'Kalibr', que el enemigo utiliza para atacar territorio ucraniano”, detalló el organismo a través de su canal de Telegram, insistiendo en el alcance del golpe.
El SBU ha señalado además que la fabricación de un submarino de estas características podría suponer para Rusia un desembolso de hasta 500 millones de dólares (más de 425 millones de euros) en el contexto actual de sanciones occidentales contra Moscú, que por el momento no ha ofrecido versión alguna sobre este supuesto ataque.
Según las autoridades de Kiev, el buque afectado había estado previamente desplegado en la península de Crimea, anexionada por Rusia en marzo de 2014. Han recalcado que el “éxito” de sus repetidos ataques obligó al mando ruso a reubicarlo desde la bahía de Sebastopol hasta el puerto de Novorosisk, donde se habría producido la operación.