Las Fuerzas Armadas de Ucrania han intensificado sus operaciones en territorio ruso, impactando esta vez en una refinería en Riazán y un depósito de municiones en Bélgorod, una región limítrofe. Los sucesos ocurrieron durante la noche de este jueves, causando un considerable incendio en la refinería riazanesa, con una capacidad de producción anual de hasta 17 millones de toneladas de combustible destinadas al ejército ruso.
“La refinería de petróleo de Riazán es una de las más grandes en la parte central de Rusia”, subrayaron desde Ucrania, señalando que el objetivo de estas acciones es mermar la capacidad militar de Rusia. Este complejo es propiedad de Rosneft, empresa que, junto a Lukoil, ha sido recientemente sancionada por Estados Unidos. Ambas compañías juegan un papel crucial en el comercio exterior petrolero ruso y son una fuente importante de ingresos para Moscú.
Por otro lado, Pavel Malkov, gobernador de Riazán, comunicó a través de Telegram que se interceptaron cerca de quince drones esa noche, y que los restos de estos provocaron un incendio, aunque no proporcionó detalles adicionales.
Simultáneamente, en Bélgorod, drones ucranianos atacaron un almacén de municiones en la ciudad de Valuiki, un lugar que ya ha sido escenario de confrontaciones anteriores, incluyendo el primer enfrentamiento en marzo de 2025, desde el inicio del conflicto en 2022. El Ministerio de Defensa ruso informó que neutralizó un total de 139 drones la pasada noche, de los cuales catorce estaban en Bélgorod, donde se reportaron al menos doce heridos debido a estos ataques.