El gobierno ucraniano ha puesto en marcha una intervención de gran envergadura destinada a desmantelar una red de corrupción en el sector energético. Este lunes, se han efectuado registros en las instalaciones de Energoatom, la corporación estatal de energía nuclear, en un contexto de limitaciones en el suministro eléctrico debido a recientes ataques rusos.
La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) junto con la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO) han descubierto que una «organización criminal» operaba un esquema de lavado de dinero desde una oficina en Kiev, propiedad de Andréi Derkach, exdiputado ucraniano y actual senador en Rusia.
«Mediante esta sede se mantenía un riguroso control sobre los recursos recibidos, se llevaba una contabilidad paralela y se gestionaba el lavado de dinero a través de una serie de empresas extranjeras. Una parte considerable de estas actividades, especialmente las relacionadas con la emisión de efectivo, se efectuaban fuera de Ucrania», menciona un comunicado oficial.
Desde NABU se ha informado que esta oficina manejaba pagos en forma de comisiones por servicios prestados a terceros. «En total, alrededor de 100 millones de dólares (87 millones de euros) fueron movilizados a través de este sistema de lavado», comunicaron a través de su canal de Telegram.
Por otro lado, la SAPO ha creado un comité para realizar una investigación interna sobre una posible filtración de datos del caso antes de su juicio. En respuesta, Energoatom ha expresado que está colaborando activamente con los investigadores, facilitando la documentación requerida y asegurando un proceso de indagación objetivo y transparente. «La empresa se muestra cooperativa y busca un esclarecimiento total de los hechos», han declarado.











