Este martes, el Ministerio de Exteriores de Ucrania ha citado a John Ginkel, el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, para expresar preocupaciones sobre las consecuencias de reducir el envío de armamento. Han advertido que cualquier demora o cancelación podría «alentar al agresor», refiriéndose a Rusia, «a continuar con la guerra y el terrorismo».
La acción de Ucrania llega tras el anuncio de la Casa Blanca de que se pausaría el envío de cierto armamento esencial, con el propósito de atender primero a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos. Reportes indican que esta medida, impulsada por el Departamento de Defensa, podría impactar el suministro de misiles y municiones para sistemas antiaéreos.
El Ministerio de Exteriores ucraniano confirmó el encuentro con Ginkel, mencionando que aunque no se discutió explícitamente la reciente decisión de EE.UU., el foco de la reunión estuvo en la cooperación militar. Mariana Betsa, viceministra, lideró la conversación por parte de Ucrania.
Durante la reunión, Betsa agradeció el apoyo recibido de Estados Unidos en los últimos años y enfatizó la necesidad de continuar con las entregas comprometidas, especialmente para fortalecer la defensa aérea ucraniana. Resaltó que «Rusia ha intensificado sus ataques mientras rechaza el alto el fuego propuesto por el presidente norteamericano, Donald Trump».
Desde Kiev, se considera esencial el fortalecimiento de sus capacidades defensivas para mantener la presión sobre Moscú. Trump, por su parte, ha sugerido una revisión de los niveles de ayuda desde su regreso a la Casa Blanca y ha tenido encuentros tensos con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.