Este martes, las autoridades ucranianas han reportado un “ataque masivo” realizado por las fuerzas militares rusas, dirigido a la infraestructura portuaria y energética en la provincia de Odesa. Este ataque forma parte de una serie de ofensivas nocturnas que se han intensificado desde que comenzó la invasión ordenada por Vladimir Putin en febrero de 2022.
Oleg Kiper, gobernador de Odesa, declaró en su perfil de Telegram que “el enemigo ha atacado de nuevo infraestructura energética y portuaria” en esta región, destacando la ocurrencia de “dos oleadas masivas de ataques con drones”. A pesar de la eficacia de la defensa aérea, que logró neutralizar la mayoría de estos drones, se confirmaron daños en estructuras civiles tanto en el puerto como en instalaciones energéticas, aunque “no hay muertos ni heridos” y “no hay cortes eléctricos”, aseguró.
Por otro lado, el Servicio Estatal de Emergencias (SES) ucraniano informó que tres trabajadores sanitarios resultaron heridos tras un ataque con dron a una ambulancia en Nikopol, en la provincia de Dnipropetrovsk, que se encuentra parcialmente ocupada por fuerzas rusas.
La Fuerza Aérea de Ucrania ha informado que, en las últimas horas, Rusia ha lanzado 130 drones y varios misiles sobre el país, logrando derribar 92 drones. No obstante, el resto de los drones, un misil balístico y seis misiles antiaéreos alcanzaron catorce puntos distintos en el territorio ucraniano. “El ataque sigue en marcha. Hay múltiples drones enemigos en el espacio aéreo. Sigan las normas de seguridad”, advirtió a los ciudadanos, sin respuesta aún de Rusia sobre los objetivos específicos de esta oleada de ataques.
En contraposición, el Ministerio de Defensa ruso ha comunicado que, en las últimas horas, ha derribado 85 drones ucranianos, incluyendo 40 en la región de Vorónezh y 20 en Nizhni Nóvgorod, entre otros lugares.