Un reciente ataque perpetrado por Rusia contra Ucrania, descrito por el presidente Volodimir Zelenski como «complejo y combinado», ha resultado en la muerte de al menos dos personas. Zelenski ha revelado que las fuerzas rusas emplearon «más de 650 drones y 50 misiles de varios tipos, incluidos misiles balísticos», en un contexto de conflicto que se remonta a febrero de 2022, tras una orden de invasión firmada por Vladimir Putin.
Según Zelenski, aunque muchos de los drones y misiles fueron interceptados, se confirmaron impactos en múltiples ubicaciones, incluyendo una residencia estudiantil en la provincia de Zaporiyia que resultó en dos víctimas mortales. «Las operaciones de rescate continúan», aseguró en su cuenta de la red social X, expresando sus condolencias a los afectados.
Zelenski también informó sobre un niño de siete años gravemente herido en Ladizin y mencionó «muchos ataques malignos» contra infraestructuras energéticas y civiles en varias ciudades ucranianas. Subrayó que los servicios necesarios ya están operando en esas áreas.
El presidente ucraniano prometió restablecer el suministro de energía y agua lo antes posible en las zonas afectadas y acusó a Rusia de «continuar su guerra terrorista contra la vida». Enfatizó la importancia de que cada ataque a civiles tenga «consecuencias concretas, sanciones y presión real» sobre Rusia.
Zelenski hizo un llamado a Estados Unidos, Europa y los países del G7 para incrementar la presión sobre la industria petrolera y financiera rusa, además de implementar sanciones secundarias a quienes financian el conflicto. Agradeció a todos los que contribuyen a los esfuerzos de paz.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso justificó su «ataque masivo» como una respuesta a «ataques terroristas» en Rusia, afirmando haber alcanzado todos los objetivos propuestos y haber derribado 170 drones ucranianos. Además, anunció el control de nuevas localidades en Ucrania, continuando con sus avances territoriales desde el inicio de la invasión.