La Unión Europea ha recordado este domingo el trigésimo aniversario de la firma en París de los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra de Bosnia, subrayando que el país sigue afrontando «desafíos del pasado que resolver» y que cuenta con el respaldo de Bruselas para hacerlo. Así lo han manifestado de forma conjunta la Alta Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, y la comisaria de Ampliación, Marta Kos.
En una declaración difundida de manera conjunta, ambas responsables comunitarias han remarcado que «Los Acuerdos de Paz de Dayton pusieron fin a uno de los capítulos más oscuros de Europa y consolidaron una paz que perdura hasta nuestros días», en un momento en el que sigue abierta la crisis con el líder serbobosnio Milorad Dodik, que ha desafiado públicamente decisiones del Alto Representante europeo, Christian Schmidt, encargado de supervisar la aplicación de dichos acuerdos.
Kallas y Kos han recalcado que «Treinta años después, Bosnia y Herzegovina aún presenta desafíos del pasado sin resolver», aunque han destacado que, pese a los «obstáculos políticos», el país «se ha mantenido firme» en su trayectoria desde el final del conflicto.
El 21 de noviembre de 1995, en una base aérea situada en la ciudad estadounidense de Dayton, en el estado de Ohio, los presidentes de Bosnia y Herzegovina, Alija Izetbegovic; de Croacia, Franjo Tudjman; y de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, dieron su visto bueno al Acuerdo Marco General de Paz en Bosnia y Herzegovina y a once anexos. El pacto se alcanzó en presencia del secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher, tras las presiones derivadas de los bombardeos de la OTAN y el impulso diplomático de la Administración de Bill Clinton.
No obstante, el documento se rubricó formalmente el 14 de diciembre de 1995 durante una ceremonia en el Palacio del Elíseo, en París. A ella asistieron el entonces presidente estadounidense, el presidente francés, Jacques Chirac; el primer ministro británico, John Major; el canciller alemán, Helmut Kohl; y el primer ministro ruso, Viktor Chernomirdin. Ese mismo día el acuerdo entró en vigor, marcando el arranque definitivo de la paz en el país balcánico.
En su mensaje, las responsables europeas subrayan que «Mantener el rumbo hacia la adhesión a la UE, como país unido y soberano en una región estable y segura, debe seguir siendo el objetivo final», y reclaman a todos los dirigentes políticos que se concentren «en las reformas necesarias para avanzar» en ese camino.
La UE recalca que está dispuesta a seguir garantizando la paz y la estabilidad en Bosnia y Herzegovina, y recuerda que su misión militar EUFOR Althea «sigue siendo indispensable para ello». «Treinta años después de Dayton, Bosnia y Herzegovina debe aprovechar la oportunidad para forjar su futuro en la UE», concluyen Kallas y Kos.
Francia, país que acogió la firma definitiva del acuerdo, se ha sumado igualmente a los actos conmemorativos del aniversario de los pactos, que «marcaron el fin de un inmenso sufrimiento, una política de limpieza étnica, el asedio más prolongado de Sarajevo en la historia moderna, los crímenes sistemáticos contra la población civil y el genocidio en Srebrenica».
El Ministerio de Exteriores francés ha insistido en que «Para avanzar por la senda europea, los bosnios tienen su destino en sus manos. Les corresponde encontrar acuerdos para implementar las reformas que permitan a su país unirse a la Unión Europea, pues habrá adoptado sus normas y estándares. Si desean alcanzar su futuro europeo, los líderes políticos bosnios no tienen tiempo que perder. Pueden contar con el apoyo de Francia».











