Este martes, la Unión Europea ha expresado una fuerte condena contra la captura ‘arbitraria’ de once colaboradores de las Naciones Unidas por parte de los insurgentes hutíes en territorios de Yemen que están bajo su dominio, exigiendo la liberación ‘inmediata’ de todos los trabajadores del organismo internacional secuestrados por el grupo.
El Servicio Europeo de Acción Exterior también ha denunciado la apropiación de bienes de la ONU por los hutíes, así como ‘los intentos de entrar en instalaciones’ del organismo en la capital, Saná, acciones que ha calificado de ‘violación del Derecho Internacional y de las Convenciones de Ginebra’.
La UE se ha unido a la protesta iniciada el domingo por António Guterres, secretario general de la ONU, quien señaló que los hutíes habían irrumpido en las dependencias del Programa Mundial de Alimentos y de otras agencias en Saná y otras áreas controladas por ellos en el norte del país, sin que los insurgentes hayan dado explicaciones sobre estas capturas o sus razones hasta el momento.
Además, la UE ha reafirmado su petición por el ‘respeto de la libertad de navegación en el mar Rojo’ y ‘el fin de todas las amenazas y ataques contra buques comerciales’, en vista de los asaltos de los hutíes a embarcaciones asociadas con Israel, como respuesta a su campaña militar en la Franja de Gaza después de los ataques del 7 de octubre de 2023.
El lunes, los rebeldes declararon un ataque con misiles a un petrolero con bandera de Liberia y propiedad israelí mientras navegaba por el mar Rojo, a lo que la firma de seguridad británica Ambrey destacó que el ‘Scarlet Ray’ ‘se alinea con el perfil de objetivos de los hutíes, ya que el buque es de propiedad israelí, según informaciones disponibles al público’.
Este ataque ocurre tras la muerte del primer ministro ‘de facto’ de los hutíes, Ahmed Ghaleb al Rahwi, y otros once altos funcionarios, incluyendo nueve ministros, en un bombardeo efectuado por Israel en Saná el jueves, evento que propició que el grupo prometiera ‘venganza’ por este ataque israelí, en un contexto de crecientes tensiones en Oriente Próximo.
Desde 2015, los hutíes, que dominan Saná y otras regiones del norte y oeste del país, han ejecutado múltiples ataques tanto en territorio de Israel como contra embarcaciones con algún vínculo israelí, tras el inicio de la ofensiva sobre Gaza el pasado 7 de octubre por parte del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras agrupaciones palestinas.