Después de intensas negociaciones, la Unión Europea consiguió pactar la implementación de una nueva serie de sanciones contra Rusia, superando las objeciones de Eslovaquia que amenazaban con bloquear la iniciativa. Según fuentes diplomáticas citadas por Europa Press, este paquete de sanciones, que incluye restricciones adicionales al sector de los hidrocarburos y medidas contra la llamada flota fantasma rusa, fue acordado en la noche del miércoles.
La 19ª ronda de sanciones, que se espera sea ratificada en la cumbre de líderes de la UE este jueves, ya estaba virtualmente acordada, pendiente solo de la aprobación de Bratislava. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, finalmente indicó que respaldaría las medidas, tras asegurarse de que las conclusiones de la cumbre abordarían el control de precios de la energía y las preocupaciones sobre políticas ambientales.
MEDIDAS CONTRA EL GAS LICUADO, BANCOS Y FLOTA FANTASMA
Este extenso conjunto de sanciones, uno de los más complejos aprobados hasta la fecha por la UE, prohíbe las importaciones de gas natural licuado ruso en un plazo de seis meses y adiciona 117 buques a la ‘lista negra’ de la UE, que ahora cuenta con 558 embarcaciones. También incluye restricciones al acceso a puertos y a las operaciones de transferencia entre barcos, además de seguros y un registro para barcos de falsa bandera.
La UE también toma medidas para adaptarse a las estrategias rusas de evasión de sanciones, identificando a 45 nuevas entidades que facilitan transacciones de mercancías prohibidas relacionadas con el desarrollo de drones, incluyendo compañías de China, India y Tailandia.
Además, se introduce un mecanismo que restringe el movimiento de diplomáticos rusos en la UE, quienes deberán solicitar permiso explícito para desplazarse entre los países del bloque. En el sector financiero, se amplía el veto a transacciones a nueve bancos adicionales, incluyendo entidades de Bielorrusia y Kazajistán, y se prohíben los servicios de criptomoneda para ciudadanos y entidades rusas.