La UE mantendrá un año más las sanciones a dirigentes chavistas por la ausencia de transición democrática en Venezuela

La UE prolongará un año las sanciones a más de 60 altos cargos chavistas por la falta de avances democráticos tras las elecciones de 2024 en Venezuela.

El presidente de Venezuela, Nicolas Maduro, en un discurso en Caracas. Jesus Vargas/dpa

La Unión Europea tiene previsto extender durante otros 12 meses el régimen de sanciones que pesa sobre el Gobierno de Nicolás Maduro, ante la ausencia de avances reales en la transición democrática en Venezuela. La decisión llega en un contexto en el que la comunidad internacional ha endurecido su postura frente a Caracas, tras la concesión del Premio Nobel de la Paz a la opositora María Corina Machado y el incremento de la presión política y de seguridad de Estados Unidos mediante operaciones militares en el Caribe.

Según han señalado fuentes europeas, los Veintisiete acordarán prorrogar las medidas restrictivas contra más de 60 personas vinculadas al Ejecutivo de Maduro. Estas sanciones se les atribuyen por su implicación en las elecciones de julio de 2024, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró vencedor al presidente sin hacer públicas las actas que respaldarían oficialmente el resultado.

A finales de 2024, los Estados miembro ya habían intensificado la presión sobre Maduro con un nuevo paquete de sanciones, ante la falta de progresos tras la crisis política abierta después de los comicios celebrados en Venezuela.

Entre las figuras afectadas por estas medidas se encuentran destacados dirigentes chavistas como Delcy Rodriguez, actual ministra de Economía y vicepresidenta Ejecutiva, y Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores y Justicia.

Para la UE, el país entró en una nueva etapa tras las elecciones, en las que se proclamó ganador Maduro a pesar de que el candidato opositor, Edmundo González, sustituto de Machado –a quien le fue vetado concurrir a los comicios–, presentó un escrutinio parcial que demostraría su triunfo.

El bloque europeo hizo coincidir la entrada en vigor de sus nuevas restricciones con la fecha en la que, según el calendario institucional, debía producirse el relevo en la Presidencia, el 10 de enero, después de que resultara imposible que Edmundo González tomara posesión del cargo.

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