El organismo de las Naciones Unidas ha expresado su preocupación este martes, señalando que el gobierno talibán en Afganistán, establecido tras tomar el poder en agosto de 2021, ha establecido múltiples restricciones para las mujeres afganas que forman parte de su personal y contratistas, impidiéndoles acceder a los edificios del organismo en Kabul y otras localidades del país asiático.
«Desde el 7 de septiembre, las fuerzas de seguridad ‘de facto’ han impedido a las funcionarias nacionales y contratistas de Naciones Unidas entrar en los recintos de la ONU en Kabul y acceder a sus lugares de trabajo», declaró una portavoz de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) a Europa Press.
La portavoz añadió que el lunes y martes, las oficinas de la ONU en Bamiyán, Herat, Mazar-i-Sharif, Kunduz y Maimana han sido notificadas, tanto verbalmente como por escrito, por las autoridades afganas de que «la prohibición de entrada al personal nacional femenino a complejos de la ONU está en pie».
«Las fuerzas de seguridad ‘de facto’ estuvieron presentes físicamente este 9 de septiembre en las oficinas de la ONU en Herat y Mazar-i-Sharif», especificó, antes de enfatizar que la misión, junto con las agencias, fondos y programas de la ONU en Afganistán, «están aplicando ajustes operativos interinos para proteger a su personal mientras se sigue apoyando al pueblo afgano».
Además, la portavoz de la UNAMA confirmó que ya están «interactuando activamente con las autoridades ‘de facto’ para abordar y resolver esta situación», después de señalar que estas restricciones representan «graves obstáculos» para la labor del organismo internacional y sus agencias en el país. Aún no hay declaraciones oficiales de los talibán al respecto.
En abril de 2023, el grupo fundamentalista afgano ya había dictado una orden que prohíbe a las mujeres afganas trabajar para los organismos de las Naciones Unidas, en el contexto de severas restricciones a la población civil tras su regreso al poder en agosto de 2021, siendo las mujeres y niñas las principales afectadas por la interpretación estricta del islam por parte de los talibán.
Las Naciones Unidas han declarado repetidamente que la exclusión de las mujeres y niñas de la vida pública en Afganistán tiene un impacto directo en la vida socioeconómica del país y han advertido que, en el caso de aquellas dedicadas a labores sanitarias, sociales y humanitarias, su ausencia de los puestos de trabajo profundiza la crisis humanitaria en Afganistán.