El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, ha lanzado una advertencia sobre la crítica situación alimentaria en Sudán del Sur, donde millones de niños están al borde de la inanición debido al agravamiento del conflicto. Sin intervenciones humanitarias urgentes, la situación podría deteriorarse aún más.
La crisis de hambre en el país es alarmante, particularmente en los condados de Luakpiny/Nasir y Fangak, identificados por la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) en su fase más crítica, la fase 5. Estas áreas enfrentan lo que se describe como ‘niveles catastróficos’ de hambre.
Según UNICEF, aproximadamente 7,5 millones de personas, incluidos cerca de 2,1 millones de niños, podrían sufrir de ‘hambre extrema’ en la inminente ‘temporada de escasez’. Las zonas meridionales del condado de Luakpiny/Nasir son particularmente susceptibles a la hambruna, exacerbada por conflictos persistentes, restricciones de acceso, inundaciones y brotes de enfermedades.
FALTA DE ACCESO HUMANITARIO
Desde la ONU, se resalta que el acceso humanitario es uno de los principales desafíos en Sudán del Sur. En muchas partes del país, la inseguridad y el deterioro de las infraestructuras han dejado a comunidades completas aisladas. Mary-Ellen McGroarty, del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Sudán del Sur, recalca que mantener el impulso en las zonas pacificadas es vital para asegurar una mejora sostenible.
Por su parte, Noala Skinner, representante de UNICEF en el país, subraya la urgencia de garantizar servicios continuos de salud y nutrición, especialmente en áreas donde la inseguridad y enfermedades como el cólera complican aún más la situación.
