El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha expresado su preocupación por la situación en la ciudad de Gaza, describiéndola como un lugar ‘se está convirtiendo rápidamente en un lugar donde la infancia no puede sobrevivir’, en el contexto del intensificado ataque militar de Israel contra esta zona del norte de la Franja de Gaza. Antes de ello, el organismo ya había advertido que ‘lo inconcebible en la ciudad de Gaza ya ha comenzado’.
Tess Ingram, encargada de comunicación de UNICEF para Oriente Próximo y África del Norte, durante una visita al área afectada, ha declarado que Gaza, ‘el último refugio para las familias en el norte de la Franja’, se ha convertido en ‘una ciudad de miedo, huida y funerales’, tal como lo refleja un comunicado emitido mientras Israel anunciaba avances militares en la región.
‘El mundo está dando la voz de alarma sobre lo que podría acarrear una ofensiva militar intensificada en la ciudad de Gaza: una catástrofe para el casi millón de personas que permanecen allí’, afirmó Ingram, agregando que esto ‘sería una tragedia inconcebible. Debemos hacer todo lo posible para evitarla, pero no podemos esperar a que ocurra lo inconcebible para actuar’.
Ingram relató que durante su estancia en Gaza vio familias que habían sido desplazadas repetidamente por los ataques israelíes y que ‘llegaron sin nada más que la ropa que llevaban puesta’. ‘Conocí a niños y niñas separados de sus padres en ese caos. Madres cuyos hijos han muerto de hambre. Madres que temen que sus hijos sean los siguientes. He hablado con niños en camas de hospital, con sus pequeños cuerpos destrozados por la metralla’, expresó.
‘Esta situación inconcebible no está en ciernes, ya está aquí. La escalada está en marcha’, enfatizó Ingram. También destacó que ‘el colapso de los servicios esenciales deja a los más jóvenes y a los más vulnerables en lucha por la supervivencia’ y señaló que ‘solo 44 de los 92 centros ambulatorios de tratamiento nutricional apoyados por UNICEF en la ciudad de Gaza siguen funcionando, privando a miles de niños y niñas desnutridos de más de la mitad de los recursos vitales de los que dependen para combatir la hambruna’.
Ingram también describió la desolación que observó en una clínica de nutrición: ‘Una hora en una clínica de nutrición basta para disipar cualquier duda sobre si hay hambruna: salas de espera abarrotadas, padres llorando, niños luchando contra el doble golpe de la enfermedad y la desnutrición, madres que no pueden amamantar, bebés que pierden la vista, el cabello y la fuerza para caminar’.
Finalmente, Ingram hizo un llamado a Israel para que asegure la protección de los niños y facilite la entrada de ayuda ‘suficiente’ a Gaza, así como un ‘acceso seguro y constante al personal humanitario para que preste ayuda vital a las familias, dondequiera que se encuentren’. Al mismo tiempo, solicitó a Hamás y otros grupos armados palestinos que liberen a los secuestrados en los ataques del 7 de octubre de 2023.
‘Pido a la comunidad internacional, especialmente los Estados y actores principales, que utilicen su influencia para poner fin a esto. Si no es ahora, ¿cuándo?’, concluyó, alertando que ‘el coste de la inacción se medirá en las vidas de niños enterrados bajo los escombros, consumidos por el hambre y silenciados antes de tener la oportunidad de hablar’.