QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha expresado este sábado su “profunda preocupación” por la situación de los “cientos de miles de niños y familias” en la provincia de Kivu Sur, obligados a abandonar sus hogares dentro y fuera de la República Democrática del Congo (RDC) ante el repunte de la violencia en el este del país. La agencia de la ONU ha reclamado a “todas las partes” que respeten de forma estricta el Derecho Internacional Humanitario y la Convención sobre los Derechos del Niño.
De acuerdo con las cifras manejadas por UNICEF, solo en Kivu Sur alrededor de 500.000 personas, entre ellas más de 100.000 menores, han tenido que desplazarse a causa de los “intensos combates” registrados durante el mes de diciembre. La organización advierte de que “el desplazamiento aumente aún más con la propagación de la violencia”, a medida que el conflicto se extiende a nuevas zonas.
En su comunicado, UNICEF recalca que “mientras las familias huyen bajo el fuego, los niños enfrentan graves riesgos de protección, incluida la separación familiar, la exposición a la violencia, la explotación, la violencia de género y la angustia psicosocial” y recuerda que “los niños nunca deberían pagar el precio del conflicto”. La entidad incide en que el impacto psicológico y físico sobre la infancia se agrava con cada nuevo movimiento forzoso de población.
El organismo de Naciones Unidas pone el foco especialmente en el área limítrofe con Burundi, que se ha convertido, junto con Ruanda, en uno de los principales destinos de los menores y sus familias que escapan de la RDC. La presión sobre los servicios básicos y de acogida en estos países vecinos aumenta a medida que llegan más personas.
UNICEF indica que dispone de informes que registran más de 50.000 llegadas a Burundi únicamente entre el 6 y el 11 de diciembre, casi la mitad de ellas niños. No obstante, advierte de que “se prevé que las cifras sean mucho mayores a medida que las autoridades siguen identificando a los desplazados”, ya que muchos de ellos aún no han sido contabilizados formalmente en los registros oficiales.
